Alcohol y literatura

Opinión:

Los ensayos que tratan sobre literatura (así, en general), debido al amplio contenido que abarcan, pueden tener dos inconvenientes que reducen su calidad literaria. Por un lado, con tantos autores y tantas obras, si uno no sabe estructurarlos acaba gestando una especie de corpus o diccionario inconexo. Por otro lado, la elección de los ejemplos puede pecar de subjetivismo si se centra en un país, colectivo o época.

En "Alcohol y literatura", Javier Barreiro comete ambos errores, pero los disimula con tanta elegancia que ambos son perdonables. Y es que, aunque en los primeros capítulos desarrolla una interesante información cultural alrededor de los productos etílicos, el autor se enzarza después en una retahíla de nombres que, en ocasiones, quedan inconexos con el hilo discursivo. Además, estos autores se dividen en dos grupos: españoles e hispanoamericanos y americanos e ingleses. No existe literatura más allá del canon hispanoanglófilo, parece decir.

No obstante, Javier Barreiro desarrolla el tema con una maestría impresionante. Uno podría quedarse con los nombres de bebedores típicos (Hemingway y Rubén Darío, grandes ejemplos de la bohemia). Sin embargo, el lector puede hallar en "Alcohol y literatura" nombres de escritores muy poco conocidos (por citar algunos interesantes: Joaquín Dicenta o Pedro Barrantes), a los que Barreiro ha dedicado otros libros y, por lo tanto, conoce bien.

Si bien lo puede parecer, "Alcohol y literatura" no es un libro para lectores experimentados, filólogos y expertos. Se trata, en realidad, de un ensayo sencillo para quienes quieran descubrir la historia del alcohol y su relación con la cultura, así como la vida y obra de autores a los que quizás no está habituado. Javier Barreiro es un experto con un gran don de simplificación, y eso lo comparten muy pocos estudiosos.

Darío Luque