Abuelito, dime tú

Opinión:

Selin

"Abuelito, dime tú" es la nueva edición actualizada del libro que apareció hace doce años y que se presenta ahora como "edición definitiva". Las imágenes de la portada son un adelanto de lo que se podrá encontrar en su interior, que, tal como indica el subtítulo, son "Los dibujos animados de nuestra niñez", mostrando unas viñetas que reproducen lo que se veía en aquellas series.

El índice recoge las series de dibujos animados más representativas que se podían ver en la televisión en los años setenta y ochenta. En total, el libro contiene veintiocho capítulos, casi todos de series, aunque hay un par de inclusiones, también muy populares, que corresponden a unos miniespacios que cerraban la programación infantil, a las ocho y media en invierno y a las nueve en verano, recordando a los pequeños de la familia que era el momento de irse a la cama.

Cada capítulo sigue una estructura similar, abriendo con la presentación, además de información variada, que incluye cuándo se emitió por primera vez en España (que luego pudo haber una o varias reposiciones). En esa zona también está la ficha con los datos principales. Si es una adaptación directa de una obra literaria, a continuación, sigue un texto sobre su autor.

Luego, sea en un orden o en otro, llegan las fichas de los personajes principales, la lista de todos los episodios de la serie con sus títulos correspondientes, así como el texto del tema introductorio y, si lo hay, algún otro también, redactados normalmente en español, aunque hay alguna excepción. También está relacionado en muchos casos el merchandising variado que se haya puesto en el mercado aprovechando el tirón comercial.

Otro de los apartados presentes es el que recoge, en algunos capítulos, otros trabajos de la misma empresa productora, lo que amplía el alcance del libro, ya que así muestra más títulos, aparte de los incluidos en la lista principal, además de que relaciona entre sí algunos presentes en el libro, pues hay productoras que tiene varios títulos entre sus páginas.

Respecto a la edición, Diábolo Ediciones ha seguido en su estilo y presenta una estupenda edición en tapa dura y gran formato, con un papel de calidad que da la adecuada vistosidad a las fotografías y a las imágenes de todas las series contenidas.

"Abuelito, dime tú" me ha parecido una excelente propuesta para rememorar aquellos tiempos y también los que siguieron, pues tanto podrán ser recuerdos de las primeras emisiones, como de las reposiciones que hubo después.

Selin

Anika Lillo

Colección nostálgica de series de dibujos animados -y alguna que otra excepción- que llenaron nuestra niñez en televisión, cuando ésta sólo tenía dos canales y dos rombos a partir de cierta hora. Heidi, Marco, el osito Misha, Mazinger Z, Banner y Flappy, Jacky y Nuca, Vikie el vikingo, Érase una vez el hombre, Barbapapas, la abeja Maya y muchos, muchos más.

Es cierto que este libro de Guillem Medina no es un cómic propiamente dicho, ni un portafolio de ilustración, ni un libro monográfico de dibujos animados. Aquí entran series como Pippi Calzaslargas o programas como Barrio Sésamo, y aunque he echado de menos Orzoweii o La casa de la pradera, es cierto que todos no podían estar y que la selección es muy buena.

Pero además de una colección nostálgica para los que tienen mi edad, es un compendio de series que influyeron en ilustradores. Imágenes que conocieron en su propia niñez y que dirigieron sus primeros bocetos. Mauro Entrialgo, autor de "Interneteo y aparatuquis", hace el prólogo de "Abuelito, dime tú", y él mismo comenta las influencias estéticas que influirían en los futuros ilustradores viendo, cada día, los dibujos infantiles que emitían en televisión.

Cada capítulo dedicado a las series lleva consigo varias partes, a saber: historia, personajes (con imagen), curiosidades y merchandising.

Pero una de las cosas que personalmente me ha gustado más es que todos llevan consigo la canción principal (a veces también una secundaria) de la serie. Con éstas he comprobado que de algunas sólo recordaba el estribillo, de muchas sólo la música, y de unas pocas recordaba las canciones completas. Y cantándolas una vuelve a sentirse niña.

Es como un álbum de fotos personal, de esos libros para tener contigo porque forman parte de tu niñez. Una parte de tu vida que te encantará revivir.

Anika Lillo