A veces la vida

Opinión:

"A veces la vida" no es una novela ni un libro de relatos. Es una recopilación de entrevistas realizadas por la autora a una serie de personas que van relatándole su vida. Al mismo tiempo, es una reedición. Las entrevistas que se recogen en ella, salvo tres, ya fueron publicadas en otro libro titulado "Interiores". Estos textos inéditos son "Padre Cristian", "Satura" y "Dr. Jaume Ollé".

Es una lectura bastante dura. Quien espere encontrar un relato cómodo o agradable está muy equivocado. Es tal su rudeza que lo lees con una gran sensación de angustia. Sentimiento que aumenta al saber que son historias reales, que lo que se está narrando no es ficción. Ninguno de los protagonistas ha tenido una vida fácil. Todos ellos están muy marcados por una serie de hechos que sucedieron en su infancia o juventud. Lejos de recuperarse, da la sensación de que se han acostumbrado a ello, que no tienen ganas de luchar por cambiar. Aun así, estas entrevistas les sirven de desahogo. Todos necesitan expresar y dejar salir lo que llevan dentro, aunque con ello no noten ningún cambio. El relato es tan angustioso que lo pasas mal. Esto ha hecho que haya dejado la lectura varias veces porque me causaba una sensación de malestar. Da la sensación de que sus protagonistas te contagien su estado.

Pero eso no es negativo o malo. Es una buena muestra del talento de Esmeralda Berbel como narradora. Es capaz de meter al lector en la piel de los protagonistas y hacer que sus palabras no se queden en el papel, que lo atraviesen. La autora ha sido fiel a los testimonios. Ella es un mero canal, quienes van narrando son cada uno de estos entrevistados, por ello el lenguaje es directo, claro y muchas veces hasta rudo. No hay ningún tipo de censura. Se habla, con toda naturalidad además, de drogas, transexualidad, sexo duro, sentimientos reprimidos, ultra conservadurismo, intentos de suicidio... Muestra de las vidas tan al límite que llevan y han llevado sus protagonistas.

"A veces la vida" es un mero retrato de la vida. Creo que, a pesar de su crudeza, es una lectura que hay que tener en cuenta. Yo os la recomiendo.

Ysabel M.