1001 videojuegos a los que hay que jugar antes de morir

Opinión:

Quizás no sean muchas las personas capaces de citar 1.001 videojuegos importantes por marcar un antes y un después en la historia de esta forma de ocio o por ofrecer horas y horas de diversión. La mayoría podrán nombrar algunas decenas, tampoco demasiados, y los más aficionados quizá sean capaces de llegar a las centenas. Sin embargo, si juntas a los más destacados críticos es más que posible que la lista supere esta cifra mágica de los 1.001.
 
Tony Mott, en su trabajo como editor, se ha encargado no sólo de dar coherencia a esta selección, manteniendo en todas las reseñas un alto estándar de calidad, sino que ofrece a los lectores, jugones o no, 1.001 ideas a las que destinar horas de asueto. Y es que el volumen combina perfectamente juegos míticos con otros desconocidos para el público general pero que han marcado una época, regalando descubrimientos y provocando en los lectores una sensación de comunidad no tan habitual cuando se trata de estos temas. Y es que saber que millones de coreanos compartieron tu afición por unos píxeles es algo que divierte y consuela a un mismo tiempo.
 
Ordenada por orden cronológico y separados por décadas, la lista incluye desde el primer videojuego (The Oregon trail) hasta unos pocos creados en 2010, como Heavy Rain, Mass Effect 2 o Alien Zombie Death, que pone el punto final al volumen. Entre la selección destacan verdaderos clásicos como Pong, la saga Monkey Island, el primer Silent Hill o algunos de los títulos protagonizados por el fontanero Mario (en su origen carpintero). Pero también habla de otros menos populares como Eamon, Xenogears o Amplitude, aunque resulta más difícil localizar joyas desconocidas según avanzan las décadas.
 
Con índices alfabético, por género y por empresa desarrolladora, el lector puede elegir el orden de lectura que prefiera, pues si bien la cronología ayuda a entender la evolución de esta industria, no es menos cierto que el tamaño del libro puede echar para atrás a la hora de hacer una lectura tradicional del mismo. Con textos cortos llenos de datos y valoraciones, en su mayoría sobre su aportación histórica en cuanto a temática o técnica, cada una de las reseñas es casi una lección sobre videojuegos y el arte de escribir críticas. Plagado además de datos curiosos, resulta una lectura muy entretenida, y una estupenda guía para introducirse, o evolucionar, en el mundo de los videojuegos.
 
María Martín