Milagrería y escalas disonantes

Opinión:

Alfred Brendel no solo es reconocido como uno de los pianistas más grandes y reflexivos de la historia, sino también como un escritor, ensayista y poeta de notable perspicacia. Sus textos constituyen una fuente esencial para comprender su arte. La extraordinaria expresividad y sensibilidad que caracterizan su práctica pianística se destilan en las ciento cuarenta y cuatro páginas de "Milagrería y escalas disonantes", publicado por la editorial Acantilado. Lejos de ser una mera colección de anécdotas, esta obra reúne ensayos y conferencias que consagran al gran intérprete no solo como un músico magistral, sino también como un prosista elegante y una mente crítica inagotable.

El volumen ofrece, ante todo, una mirada profunda y lúcida sobre la práctica pianística. Brendel se adentra en el análisis crítico, regalando reflexiones brillantes, especialmente centradas en las composiciones de Beethoven y Schubert, dos pilares fundamentales de su repertorio. Ensayos con títulos tan sugerentes como Dos tipos de pianista o Vida musical en transformación permiten al lector asomarse a la historia de la música a través de los ojos de quien la ha vivido y modelado. Además, el texto incluye un repaso iluminador en Mis grabaciones discográficas, que ofrece una valiosa retrospectiva de su propia trayectoria artística.

Sin embargo, la curiosidad de Brendel (lector voraz) no se detiene en las teclas. Siguiendo un hilo invisible que une la música con otras artes, extiende su mirada hacia el séptimo arte, ofreciendo observaciones sobre el cine que revelan una comprensión vasta del mundo y un profundo conocimiento de sí mismo. Esta amplitud temática, evidente en secciones como Entre el horror y la risa o Música de cámara audaz, dota al libro de una diversidad que trasciende lo estrictamente musical y atrae a cualquier aficionado a la cultura y el pensamiento.

Su ingenio, inteligencia y destreza lingüística hacen de "Milagrería y escalas disonantes" una lectura doblemente valiosa: por la profundidad de sus análisis musicales y por la exquisitez de su escritura.

El libro culmina con un texto de Andreas Dorschel, Brendeliana, que cierra una obra que confirma que la sensibilidad del artista es tan aguda en la interpretación musical como en la reflexión escrita.

Una lectura imprescindible para comprender la mente de uno de los pianistas más influyentes de nuestro tiempo.

Violeta Lila