Anika entre libros

Las verbenas también lloran

Ficha realizada por: Belén Flores
Las verbenas también lloran

Título: Las verbenas también lloran
Título Original: (Las verbenas también lloran, 2025)
Autor: Natalia Sáez
Editorial: Suma de Letras
Colección: Suma


Copyright:

© 2025, Natalia Sáez Achaerandio

© 2025, Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U.

Ilustraciones: Color
Edición: 1ª Edición: Febrero 2025
ISBN: 9788419835550
Tapa: Blanda
Etiquetas: familia recuerdos amistad amor contemporánea narrativa literatura española novela novela de personajes secretos flores sanación crecimiento nuevo comienzo pasado plantas sororidad desarrollo personal
Nº de páginas: 348

Argumento:

EL SECRETO QUE ESCONDEN LAS PLANTAS

CATA se siente perdida. Acaba de descubrir que la historia de su familia se basa en una mentira. Y empieza de nuevo para buscar la verdad en un edificio con un precioso patio interior.

AMAIA es arquitecta. Se considera una mujer independiente, empoderada, libre. En una revisión descubre que la vida también puede cambiar en un segundo.

VERA está casada y tiene dos hijos. Siente que lleva demasiado tiempo renunciando a quien es en realidad. El destino está dispuesto a sorprenderá con una nueva oportunidad.

BEGO es abuela y se dedica a cuidar. A cuidar a sus nietos, a sus hijos, a sus plantas y a sus amigas. 

Cata, Amaia, Vero y Bego se encuentran muchas tardes en el patio interior del edificio en el que viven. Ese lugar custodiado por Bego se convierte en el oráculo de los sentires, y entre geranios, cintas y helechos descubren lo mucho que les unen sus diferencias y que lo que de verdad necesitan es atreverse.

Una historia de sororidad, de amistad, de amor, de familia y de cuidados. Porque las personas, como las plantas, simplemente necesitamos de un entorno correcto para dejarnos ser.

 

Opinión:

 

Siempre digo que es muy importante la forma de presentación de cualquier cosa que nos llega porque la primera impresión que nos llevamos condiciona mucho. El diseño de esta cubierta indudablemente no pasa desapercibido ahora que llega la primavera, colorida, con flores y plantas y 4 mujeres que a simple vista son muy diferentes, pero en el fondo no lo son tanto. Por el momento, nada más ver el libro, me gusta y así me dispongo a disfrutarlo, y normalmente empiezo leyendo la breve reseña sobre la autora porque, a menudo, las historias que se escriben son una prolongación de sus autores. En este caso, doy de pleno con mi teoría, y la autora, Natalia Sáez, es experta en el cuidado de plantas y, como no podía ser de otra manera, las plantas son el bello attrezzo de las historias de estas 4 mujeres que viven en el mismo edificio y se reúnen los fines de semana en lo que podemos imaginar un preciosísimo patio interior entre helechos, cintas, begonias, geranios, hortensias, rosas, dalias, caléndulas, verbenas, tradescantias, aspidistras, alocasias, etc., algunas comunes para los que somos unos ignorantes en el campo, y otras que será la primera vez que las escuchemos, pero inevitable hay que googlear para ver cómo son. Adentrándonos en quienes nos acompañarán durante más de 300 páginas tenemos a:

Cata, una treintañera con un cóctel emocional explosivo hacia su familia. Es la recién llegada al edificio y a la ciudad, que suponemos que es Bilbao, aunque no se menciona en ningún momento, en busca de respuestas a la mentira con la que ha crecido y a recién descubierto. Quizá por ello es tan inestable, sin llegar a encontrar su sitio, pero con una gran fuerza interior que tira de ella cuando las cosas se tuercen. Vera es la típica abnegada madre de familia, sobrepasada de tareas, quien dejó atrás sus sueños con los que aún sueña y recuerda con una nostalgia que raya en el dolor, mientras se culpa de haber renunciado a todo en ese exceso de responsabilidad que asumió siendo una niña con un suceso que la marcó, y lo hizo extensivo el resto de su vida. Bego es mayor, viuda y es el contrapunto tierno, la que cuida de las plantas del patio, con una vida "de otros tiempos", y a la vez la más sabia, la que se daba cuenta de lo que le ocurría a cada una con solo observarlas. Y, por último, Amaia, que es la contraposición a todas, la que vive la vida sin filtros, con intensidad, segura de sí misma, inteligente, carismática, lo que ha adquirido de haber vivido en varios países, feliz con su propia compañía y a la vez muy sociable, y es un imán para los hombres con los que se divierte sin compromiso.

Cata, Vera, Bego y Amaia, un florido patio y un chat acogerán grandes momentos y conversaciones que para algunas servirán para dedicarse un rato a sí mismas, y para otras para romper su soledad; compartirán su día a día mientras toman café, a pesar de que sus historias vitales están en las antípodas que hacía que unas echaran de menos lo que otras tenían o estaban aliviadas de no tenerlo. Las confesiones más sinceras se adueñarían de sus encuentros, y, sin especificar para no romper la magia, seremos partícipes de los sucesos que sacuden sus vidas, algunos para bien, pero hay otros que para mal; de secretos que hacen daño el mantenerlos ocultos y, además, que siempre acaban saliendo a flote. De lo difícil de las relaciones familiares, con énfasis en la de madre-hija y de nuevo eso que cuesta tanto a los hijos, entender a las madres, quienes tuvieron que vivir en otros tiempos, en la rigidez de las costumbres de antaño y, quizá, no les fuera tan fácil elegir su propio camino.

Pero, con estas 4 mujeres veremos que no está todo perdido, que la vida ofrece oportunidades y la ilusión puede regresar si tiene un buen abono. Mujeres valientes que se lanzan a perseguir lo que quieren, aun sabiendo que a veces saldrá mal. Sus emociones cuando se llega a ese punto de inflexión en el que vamos por la vida como un robot y debemos darnos permiso a parar, pensar y luchar por lo que queremos, volver a nuestra esencia; de obligarnos a retomar los sueños que dejamos atrás para no arrepentirnos cuando el tiempo se encargue de hacerlo y ya sea tarde para retomarlos. De sacar nuestra mejor versión, de reconstrucción, de metamorfosis personales; de encontrar nuestro lugar cuando toque pues cada persona lleva sus tiempos. De sanación, porque, al igual que las plantas a veces se ponen mustias, si se las cuida vuelven a crecer fuertes.

Y de esto, ellas sí que saben, son el abono perfecto. Se comprenden, se ayudan incluso a veces en la sombra; están disponibles cuando se necesitan, se consuelan cuando se muestran débiles; en definitiva, se quieren; son como debe de ser una verdadera familia, los que te acogen, los que te apoyan y no juzgan; los que te calman, los que te enseñan, los que te fortalecen, y a veces eso lo encuentras en otros. Habrá personajes secundarios que apoyan a la trama y serán como palancas que ayudarán a avanzar a nuestras protagonistas y encontrar el equilibrio. Si bien las historias tienen un poco de cliché y un final algo enrevesado, la lectura es un placer; saber que nunca estarás sola en estos tiempos que todo el mundo va con prisas, y lo bien que viene que de vez en cuando alguien te coja de la mano y te anima a atenderte. 

Como colofón, una de las frases que mejor resumen el espíritu de sus historias y, por supuesto, la pronuncia Bego: "Cualquier situación nos llevará a renunciar a algo. Lo importante es elegir lo que nos haga feliz. Así, al menos te quedará la sensación de pensar que lo estás haciendo por algo que merece la pena".

*Publicado por Suma.

 

Belén Flores

 

 

 

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

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