La sangre de los antiguos reyes

Opinión:

Ya de entrada, el sistema de magia de "La sangre de los antiguos reyes" llama mucho la atención: se utiliza a los magos muertos momificados como generadores, lo que permite hacer todo tipo de máquinas y ha llevado al Imperio a eliminar toda oposición de magos y criaturas legendarias. Por eso, los que tienen magia van a una escuela donde no aprenden hechizos y son solo funcionarios que en algún momento, cuando mueran, se convertirán en poco más que una pila.

Arienne es una de esas aprendices de mago, pero no está dispuesta a sufrir ese destino y, con la ayuda de uno de esos generadores, que sigue consciente, huye con él escondido dentro de su mente. Pero no puede confiar en el mago que tiene en la cabeza y deberá arreglárselas sola.

Hay otros dos puntos de vista, aparte del suyo. El segundo corresponde a Loran, que ha perdido a su familia a manos del Imperio y quiere venganza. Para ello, aunque no es una descendiente de reyes, se presenta como princesa ante el dragón encadenado que protegió antaño a su pueblo. Tras jurar que se convertirá en reina y aliarse con el dragón, este le entrega una espada y ella deberá encontrar el camino para vergarse del Imperio y liberar a su pueblo.

El último punto de vista es el de Caine, un joven de la calle que hace muchos favores y trabajos detectivescos esporádicamente. Cuando la mujer que le acogió cuando llegó a la ciudad en busca de refugio es asesinada, llegará hasta donde haga falta para descubrir a los responsables, encontrándose con una conspiración que podría destruirlo todo.

Las historias de los tres se van intercalando y a veces convergen, siendo todas lo suficientemente atractivas como para mantener el interés por sí mismas. El ritmo es muy bueno y no paran de ocurrir cosas, coherentes con un mundo complejo y lleno de detalles que me encantó ir descubriendo.

El libro se siente autoconclusivo porque todos los arcos narrativos se cierran de forma satisfactoria. Eso sí, hay tanto que explorar en ese mundo que no me extraña que haya más novelas, como mínimo una más, que espero que salga pronto.

*Publicado por Editorial Minotauro.

Déborah F. Muñoz