Reina del Estío

Opinión:

"Reina del Estío" es la precuela de "Ritos de primavera", una novela que no he tenido oportunidad de leer, aunque no es necesario para entender esta.

Ambientado en un mundo que bebe de la leyenda artúrica, los fae y la imposición del cristianismo al norte pagano, nos encontramos en una isla en guerra donde el rey cuervo, un personaje que de inicio se hace muy desagradable y poco interesante pero que tiene muchas capas, ha iniciado la guerra definitiva contra los hechiceros del norte.

El padre de Ginois y Don Loren, el caballero piadoso al que ama (siempre presente e idealizado, aunque apenas aparece y no es para nada lo que aparenta) combaten en esa guerra y solo logran tomar un castillo gracias a la traición de Devana a su pueblo. El hermano de Ginois, por su parte, tiene que hacer de escolta de Ginois y está resentido con su familia porque no le permiten participar en la guerra.

Nada más llegar al castillo, Ginois (desde cuyo punto de vista se narra todo) se encuentra con un juego de lealtades que amenaza por romperla: por un lado, su amistad con Loren, que desea que convierta a Devana a su religión y la dome; por otro, la madre de Loren, que quiere quitar de en medio a esa nuera pagana; por otro, su propio amor por Loren, al que quiere para sí, y su fascinación creciente por Devana, su opuesta en todo, con su infinita tristeza, sus secretos y su poder para destruirla.

Con los hombres fuera y un castillo lleno de secretos y magia perversa, la relación entre las mujeres no para de cambiar entre avances y retrocesos a la par que Ginois, fuera de su zona de confort, deberá enfrentarse a situaciones que pondrán a prueba su fe y sus concepciones y prejuicios previos.

Con una prosa cuidada, el ritmo es lento, pero la tensión creciente y el juego psicológico de los personajes es muy interesante, además de algunos de los peligros y giros que se producen (unos cuantos esperables, me dio la sensación de que se forzaba el mostrar de forma explícita la representación LGTBI, cuando en todo momento quedaba implícita y eran innecesarias ciertas escenas), así que he disfrutado de la lectura.

*Publicado por Umbriel Editores.

Déborah F. Muñoz