Rebelión en la granja. Novela gráfica

Opinión:

Adaptado e ilustrado por Odyr, esta novela gráfica no usa bocadillos para las conversaciones. Funciona más como libro ilustrado pero de una forma muy elegante y limpia. El grosso del color se lo llevan las ilustraciones, y así el texto queda diáfano sobre fondos blancos. No obstante Odyr no trabaja con colores vivos ni trazos de bordes definidos, su ilustración parece simbolizar la tristeza de la propia historia. Uno puede amar la ilustración y gustarle más o menos, estilos hay para dar y regalar, y puede que esta no sea de tus favoritas (o sí) pero en todo caso funciona muy bien.

Finaliza con las semblanzas de George Orwell y Odyr, con sus rostros ilustrados por este último.

La novela gráfica está encuadernada en tapa dura, y aunque es de la editorial Debolsillo no tiene el tamaño pequeño de los libros de bolsillo, es incluso algo más grande y ancho que un libro estándar.

En cuanto a la historia, qué decir que no se haya dicho. Inteligente y brillante, altamente recomendable. Una joya que hacía falta rescatar y que Odyr ha adaptado con suma claridad. Es contundente y clarificadora como la escribió Orwell, y no se detiene en momentos que no digan nada. Toda ella es puro mensaje.

En cualquier reseña podrás leer (e igualmente en la contraportada o en el argumento oficial de la web) que es una sátira de la Revolución rusa y el triunfo del estalinismo, pero dejadme decir que esta historia es adaptable a nuestros tiempos: el hombre tiende a olvidar por conveniencia: el que empezó siendo un rebelde acaba siendo el mismo tipo de líder que despreciaba, y el que estaba sometido acaba decidiendo que de someterle alguien, que sea de los suyos. No ha cambiado nada, aún podemos extrapolarlo a problemas de nuestros país (para que me roben, que me roben los míos... absurda forma de permitir a conciencia que siga la corrupción) y aquí sólo salen ganando los mismos. Los demás, marionetas.

Orwell era un iluminado, lo vio entonces en su presente y vio también el futuro porque, posiblemente, conocía bien a la humanidad y le sobraba el fascismo. El hombre, ése que siempre tropieza con la misma piedra... Una y otra vez. Recordad su otra célebre obra "1984".

Imprescindible.

Anika Lillo

Foto homenaje: