Quimera

Opinión:

Si algo llama la atención de esta novela es su temática, y con ello no me refiero a sus visos románticos, sino al mundo de intrigas y espionaje que rodeaban a la corte de María Cristina y al grupo de los anarquistas.

Aunque sólo sea por la novedad ya merece tener sus puntos, pero la cuidada elaboración de la historia, la labor de investigación para que todo casara y que los personajes reales no se encontrasen desubicados dentro de su propia época, la hacer merecedora del premio.

En este caso, salvando las intrigas y demás escenas de acción, nos encontramos con una pareja bastante dispar: él, un hombre rico, apuesto, simpático, agradable; ella, una chica humilde, ingeniosa, resolutiva, con carácter, inteligente. Ambos con un pasado a sus espaldas.

Dos mundos distintos que acaban encontrándose gracias a la varita mágica de un hada madrina especial: el marqués de Brandariz.

Gracias a la autora muchos de los lectores podrán acercarse al movimiento anarquista que tuvo una gran importancia en la España de finales del siglo XIX. Una forma entretenida y superficial de acercanos a esta ideología, que tuvo su auge en Cataluña, como no podía ser de otra manera.

La escritura es pausada, elegante y con un vocabulario sencillo. La ambientación es impecable; la descripción de las calles y lugares es tan precisa que nos sitúa en los sitios por los que transitan los protagonistas sin darnos cuenta.

Los diálogos entre los protagonistas son chispeantes y agudos. Los dos tratan de medir sus fuerzas a través de la riqueza lingüística, lo que muestra el alto nivel de Jorge y Mariana.

Teresa Cameselle nos presenta una historia de intrigas, sentimientos, emociones, con pequeños toques de acción en una época y con unos sucesos novedosos para los amantes de la novela romántica, porque a veces los lectores de romántica buscamos algo más que una pareja que ya, de antemano, sabemos que acabará unida.

Son muchos los aspectos que, como veis, la han convertido en ganadora del premio Vergara.

Mila L. Castelo