Pronto será de noche
Título: Pronto será de noche
Título Original: (Pronto será de noche, 2015)
Autor: Jesús Cañadas
Editorial:
Valdemar
Colección: Insomnia
Copyright:
© Jesús Cañadas, 2015
© Ilustración cubierta: Oscar Sanmartín
© Valdemar, 2015
Edición: 1ª Edición: Mayo 2015ISBN: 9788477028017
Tapa: Dura
Etiquetas: apocalipsis fin del mundo coches asesinatos enfermedades mentales misterio intriga literatura española novela novela de personajes terror horror terror psicológico road movie locura caos
Nº de páginas: 254
Argumento:
En la carretera, una cola de autos no parece nunca avanzar. Los ocupantes de los vehículos empiezan a ponerse nerviosos. Algo que identifican como el fin del mundo y que han dejado atrás pero que puede llegar hasta ellos, avanza desde la ciudad, y ellos no están tan lejos, sin embargo la cola no avanza, siguen parados.
Samuel tiene pistola, y cuando aparece asesinado un médico, les dice que es policía y que va a averiguar quién es el asesino. El médico ha muerto de noche, y al parecer no será el único al que se asesine cuando llegue la oscuridad.
Opinión:
Esta novela es de esas que no publicaría una editorial convencional porque no aprecian las pequeñas joyas extrañas que ofrece la literatura española encerrada en una novela de género. Porque es de terror, sí, y claustrofóbica (dato curioso porque se produce al aire libre, ergo Jesús Cañadas ha sabido transmitir muy bien cómo de encerrados se sienten los protagonistas estando en una carretera y no aislados en un edificio). Tampoco aceptarían, probablemente, que no sea importante por qué hay un fin del mundo y cuál es la causa o cómo y por qué afecta a las personas. Todos esos detalles aquí quedan relegados a la imaginación del lector, e incluso no se le da importancia porque está diseñada para que vivamos el miedo o el temor con los personajes que huyen de la ciudad y que acabarán temiendo a sus propios compañeros de viaje. Es, en cierto modo, una novela de personajes.
Tengo la firme sospecha de que si esta novela se llevara al cine, acabaría siendo pasto de directores de serie B, porque hay que saber hacer muy buen cine para que no parezca la típica historia de "llega la noche y alguien muere, y todos sospechan unos de otros", sin embargo en la literatura la cosa cambia mucho.
En efecto, se trata de un estado de paranoia general que va in crescendo, porque empiezan a verse cosas raras y no sabes si es porque llevan días sin comer o porque efectivamente el fin del mundo tiene que ver con la imagen de una anciana con un cuchillo sangriento. No puedo contar más para no desvelar nada.
Los personajes son variopintos y eso hace la trama interesante. Samuel dice ser policía y quiere protegerles a todos, especialmente a Alicia, que está embarazada de nueve meses. Ruth viaja con un secreto en el maletero. Alfonso es un taxista violento con un pasado que pondría los pelos de punta a cualquiera con dos dedos de frente. Abreu es un periodista que se coloca demasiado. Tote está pasando el mono. Cándido aparece de la nada para ofrecerse a ayudarles. Inés lleva un autobús lleno de niños pequeños. Y todos los que entran a la caravana del hippy son los siguientes en morir.
Con este plantel y el conocimiento de que cuando llegue la noche posiblemente muera alguien más, la tensión se les acumula en los sistemas nerviosos y algunos van a más (a puntos más altos de histerismo que pueden acabar en violencia). No tienen comida, sólo agua, y no se relacionan con el resto de viajantes, sólo entre ellos. Son como una familia por obligación, y creen que entre ellos se esconde el asesino.
Es, como dice la contraportada, una road movie a cámara lenta, y en este caso bien "filmada".
Lo mejor de "Pronto será de noche" es que conforme avanza la novela ocurren dos cosas: la "aparición" de la anciana con cuchillo te hace fruncir el ceño y empezar a pensar que quizás estás leyendo otra cosa, no una simple novela de terror fundado exclusivamente en la huida del fin del mundo y en el asesinato nocturno, y que al mismo tiempo avanza la tensión entre ellos llegando el punto álgido -y de ahí no nos apeamos- cuando la fila llega -y se tiene que parar- a la altura de una gigantesca hoguera (de la cual no puedo decir nada).
Ideal para los amantes del terror que esperen algo más que un best seller típico de los que, en realidad, no dan nunca miedo.
Yo me la he leído muy a gusto, ha sido incluso una lectura bastante ligera a pesar de que no hay excesiva acción, y me ha encantado el extraño final que nos ha regalado Jesús Cañadas a pesar que cerremos el libro sin saber cómo se ha desatado ese extraño apocalipsis.
Foto homenaje:
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Comentario de los lectores:
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