Pro

Opinión:

¿Por qué tendemos a acoger de buen grado todo lo que viene de Yanquilandia y rechazamos lo nuestro? Empezando por el idioma, adoptamos cualquier palabra inglesa que suene cool para términos que tienen su correspondiente traducción al castellano. Spam, coach, marketing, casting, delivery, mail, spoiler, muffin, el puto brunch, los menos putos CEOs y SEOs, Spiderman, Black Panther, Iron Man… Hasta abreviaturas como asap he visto en correos de trabajo escritos en español…

Es posible que por eso mismo, aparte del inmenso Superlópez y el Capitán Trueno, apenas haya héroes hispanos en el panorama editorial patrio.

Pero eso era antes. Antes de que Galilea Gil fuera elegida, para hacer una tesis sobre el superhéroe español conocido como Español de Pro (con lo a gusto que estaría ella haciéndola sobre videojuegos, anime o cine de terror) y para ser la prota de este cómic. Un héroe al que algunos echan de menos y otros desearían que nunca hubiera existido.

David Galán Galindo, autor del, en mi opinión, estupendo libro Orígenes Secretos y del, también en mi opinión, sonrojante cómic Sargento Resines, recrea una España actual y otra pasada en la que es fácil identificar a los miembros de un bando y de otro, tanto de antes como de ahora.

Con un origen como el del Capitán América (que debería ser Capitán Estados Unidos) gracias a la fórmula PROmeto, un suero que PROpició la creación de este supersoldado español, apostólico y romano para «combatir los contubernios judeomasónicos que buscan socavar la cristiandad y destruir los valores de nuestra tierra». Un superhéroe que va a ser instrumento y a la vez rehén del Estado golpista de Franco para sus fines políticos y propagandísticos, en su lucha contra villanos como Zorra Roja y la vampiresa Santa Teresa, y que va a servir para ilustrar durante sus páginas, parodiando, pero muy fuerte y muy en serio, la situación política de nuestro país durante los casi últimos noventa años. Un superhéroe que responde a la pregunta de qué hubiera pasado si realmente hubiera existido ese famoso suero y se hubiera usado en cobayas españoles prisioneros en los campos de concentración de nuestro país, que los hubo, de igual manera que Mengele los usaba en los judíos.

Y también una historia llena de giros y más giros, en donde uno se da cuenta de que no todo es blanco y negro y que hay grises, grises claros y grises oscuros, (además de una gran colorista detrás, Déborah l. Villahoz).

"Pro" es un cómic que se lee con interés desde el principio. La trama atrae gracias a su protagonista y a un lenguaje callejero propio de las pelis de Tarantino, que es como en realidad habla la gente cuando habla con su gente. Me encanta la abundancia de «me cago en la mierda», «hostia puta», «hostias», «perra» y otras lindezas que dotan de realismo y fortaleza al personaje de Galilea, la cual va a ir adentrándose en un pasado del que descubrirá cosas que acabarán por afectarla más de lo que imagina.

El dibujo también tiene el acierto de usar varios estilos para adecuarlos al guion según va necesitándolo y los homenajes, nada velados a guionistas yanquis son un puntazo (Steranko, Buscema, Byrne, Liefeld, Waid, Brubaker,…)

En definitiva, "Pro" es un cómic ESPAÑOL y mucho español, muy muy disfrutable, con un guion muy currado, con giros y girotes, con guiños al Capi y a tebeos españoles (El guerrero del antifaz,…), que te conducirá al pasado, a mundos alternativos y a un presente demasiado real, y que hará las delicias de cualquier fan de los cómics pijameros y de los de los buenos argumentos.

Diego Palacios