Príncipe Flashman

Opinión:

George MacDonald Fraser nos trae en "Príncipe Flashman", la segunda entrega de los supuestos diarios de Harry Flashman. 

El gran cambio en esta aventura es la motivación de Flashman para meterse en líos. No, a nuestro cobarde favorito no le gustan las aventuras, así que, para que imite al príncipe Carl Gustav, se necesita chantaje y un poco de fuerza bruta. ¿Y quién está detrás de todo esto? Nada más y nada menos que Bismarck, el futuro unificador de Alemania. Amigo lector, te adentrarás en una trama donde el autor entrelaza la ficción con la historia de una manera tan ingeniosa.

La verdadera fortaleza de esta obra reside en la capacidad de Flashman para generar risas y emoción con cada uno de los tremendos líos en los que se mete. La diversión está más que asegurada. También debo destacar que tanto la ironía dramática como el humor negro se usan de forma magistral. Las reacciones egoístas y a menudo despreciables de Flashman ante eventos históricos de gran calado se transforman en una lente cómica singular que les da la vuelta a las narrativas heroicas tradicionales. Te vas a encontrar riendo tanto de él como con él, desarrollando una relación compleja y cautivadora con un personaje que, en otras circunstancias, podría ser moralmente detestable.

Al igual que en el volumen anterior, la inclusión de figuras históricas es parte importante de la novela. En esta ocasión, nuestro protagonista se cruza con un joven Otto von Bismarck y, además, la sorprendente Lola Montez también hace acto de presencia.

La estructura narrativa se despliega a través de los diarios del protagonista, donde él mismo nos cuenta sus aventuras y desventuras. Pero lo que realmente me parece genial son las impagables notas aclaratorias del "editor". Y es que mientras la narración en primera persona te sumerge en la perspectiva sesgada de Flashman, las notas del editor, que a menudo corrigen las mentiras de Flashman o añaden contexto histórico, crean una capa de ironía dramática, haciendo que la lectura sea simplemente maravillosa.

Puede que el argumento central parezca un tanto descabellado, pero la novela tiene una muy buena cohesión. Esta aparente contradicción entre una trama inverosímil y una narrativa bien cohesionada demuestra una técnica autoral sofisticada. La coherencia de la obra se apoya en la consistencia del carácter de Flashman y sus reacciones, que actúan como ancla para los eventos más extravagantes. El autor logra anclar lo absurdo en la psicología creíble, aunque defectuosa, de Flashman, y en el meticuloso detalle histórico de los escenarios. Te sentirás atraído no por el realismo de la trama, sino por la viveza del mundo y el viaje del protagonista a través de él.

En verdad, esta segunda entrega de las aventuras de Harry Flashman es una lectura que garantiza un entretenimiento inigualable. Brilla por su capacidad para generar sonrisas y emoción a través de su personaje único, cuyas cobardes y egoístas peripecias son el alma de la narración. La novela no aburre en ningún momento y se sigue con interés hasta el final, testimonio de la maestría narrativa del autor. Para quienes buscan una aventura histórica con un giro irreverente, donde la cobardía es la madre de la invención y el humor es el arma principal, esta novela es una elección excepcional que encantará y sorprenderá.

¿Te animas a acompañar a Flashman en esta nueva locura con boda real y robo de joyas de la Corona? 

*Publicada por Ático de los Libros.

Violeta Lila