Penitentia. Balada de sombras errantes

Opinión:

Esta es una novela vertiginosa, tiene la velocidad del pecado y el sabor amargo de la condena.

Penitentia es una réplica de cualquier ciudad del mundo, con sus grises y sus suciedades adheridas al alma, sólo que allí  sus millones de habitantes están muertos, son almas a la espera de su condena irrevocable. Pero siempre hay una luz al final del túnel... incluso del más obscuro.

Nuestro personaje, Max Béker, tratará de hallar esa luz y escapar a la condenación de las fauces de los demonios ávidos de devorarlo en cuerpo y alma. Para ello deberá investigar la muerte de un Juez de esos que se encargan de dirimir la culpabilidad de todas las almas de la infausta ciudad. El comienzo es simplemente brutal, leeréis una de las muertes más terroríficas descritas del mundo del terror.

He puesto personaje, porque Max no es el protagonista principal, hay otros igual de importantes moviendo la novela. Sabremos de la inspectora Ventura, del erradicador Van der Benn, enamorado de una prostituta que esconde un terrible secreto. Seguiremos los pasos de la policía metropolitana, también de Rem y Lorenzo, unos caza-demonios. Conoceremos a Mireira y Nera, unas exorcistas, que se enfrentarán a un caso de triple posesión infernal o el individuo llamado Penderast, un psíquico con el don de poder visualizar un crimen cuando se comete.

Según avance la lectura conoceremos más a fondo a sus protagonistas, sus culpas y, por supuesto, los progresos en sus investigaciones, que comienzan siendo tramas paralelas que poco a poco, al igual que los hilos de una araña, se van insertando dentro de la trama lineal. Los diálogos son el gran puntazo de este libro que engancha desde la primera página, uno llega a sentirse otra alma en pena deambulando entre la mugre y el pecado.

Maravillosa narración de un mundo misterioso y extraño en sí, un lugar que asusta pensar que pueda ser nuestra próxima morada. Son muertos y a la vez siguen más vivos que nunca, tanto que pueden de nuevo matarlos, volver a morir estando ya muertos. Pueden leer, beber, ir de clubs, tener relaciones sexuales... pero siempre sabiendo lo que les espera.

Hay momentos surrealistas, como cuando por la radio dan misa y la propia policía detiene el momento para rezar, allí los rezos son una manera de detener el miedo que los corroe. Novela policiaca negra de buscar criminales, salvo que aquí nadie se halla vivo.

El autor, Gonzalo Vázquez Cagiao, inventó una megalópolis triste y gris, lloviendo ácido y otras veces una ceniza que hace el aire irrespirable, acompañándose de un aroma nauseabundo. Edificios deslucidos, sucios, de estilo neoclásico. No dejó nada para la imaginación del lector, hizo un trabajo descriptivo magnífico. En las entrañas de esa ciudad viven los Caídos. ¿Quiénes son?

Poco a poco, sin prisa, entre todos nos llevarán a descubrir quién se atrevió a cometer un asesinato en las mismísimas puertas del infierno.

Penitentia es ante todo un sitio de muerte, donde los muertos son convocados a rendir cuenta de sus actos y a recibir su merecido o no... castigo... pero no todos se condenan de la misma manera. ¿Será por eso que se nos hace tan familiar? ¿Será acaso por eso que nos recuerda tanto a nuestro día a día?

El filósofo Lucio Anneo Séneca dijo: Aequat omnes cinis (La ceniza hace a todos iguales). Os animo a leer esta maravillosa novela y descubriréis si en "Penitentia" se cumple el dicho.

Muy, pero que muy recomendable.

Violeta Lila