Para alcanzar amor

Opinión:

Alguno podría pensar que, tratándose de la figura del fundador de la orden de los jesuitas, Francisco de Loyola, el relato que tenemos por delante pudiera ser todo menos ameno; nada más lejos de la realidad, desde las primeras páginas el lector va descubriendo los sueños y la figura de un caballero andante, que tuvo en Catalina, la hija menor de Juana I de Castilla, su particular Dulcinea. Un pasado desconocido, alejado de la fe cristiana y más cercano a los pecados del juego, las mujeres y todo tipo de asuntos de armas.

El contexto histórico en el que se desarrolla la novela nos sitúa a mediados del siglo XVI cuando Carlos I toma posesión del reino de España y el joven Ignacio entra al servicio del duque de Nájera como gentilhombre defendiendo varios pueblos del empuje de los Comuneros de Castilla. Su participación en varias contiendas nos permite conocer su experiencia militar.

El relato tiene un punto y aparte cuando una bala perdida le hiere en una pierna en la batalla contra los franceses que pretendían el reino de Navarra. A partir de ese momento, durante su recuperación, comienza a tomar contacto con los escritos de Erasmo y otras lecturas espirituales, que a la larga serían motivo de su desencuentro con la Iglesia tal y como estaba establecida. Su cojera cambia la vida de Ignacio de Loyola, hasta ahora un presumido galán, que se transforma en un hombre dedicado a los demás y que se encontró con la oposición de la Iglesia, que no veía con buenos ojos su dedicación a hablar de Dios ni sus ideas.

Perseguido y sentenciado, peregrina a París, Venecia y Roma, donde estudia Teología y Filosofía, ajeno a las influencias luteranas y a los movimientos religiosos que vivía Europa, para finalmente desarrollar la idea de crear una nueva orden con el nombre de la Compañía de Jesús. Momento este en el que entra en la trama Pedro de Ribadeneira, jesuita y biógrafo de Ignacio de Loyola y principal narrador de esta aventura literaria.

La biografía novelada de San Ignacio de Loyola resulta toda una sorpresa donde el interés aumenta con cada nuevo episodio. Las aventuras que protagoniza antes de ser herido están más cerca de los libros de caballería y su vida posterior más acorde con un espacio místico. El género histórico en el que ambas partes se desarrollan cuida el mínimo detalle y contribuye, con la perfecta narración del autor, a que no decaiga en ningún momento la lectura.

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