Papel negro

Opinión:

Desde que debutó con "Cada día es del ladrón" (2016), Teju Cole se ha consolidado como una de las voces más influyentes y singulares de la literatura contemporánea. Su novela "Ciudad abierta" (2012), galardonada con los premios PEN/Hemingway, el New York City Book Award for Fiction y el Rosenthal de la American Academy of Arts and Letters, lo consagró internacionalmente como un autor capaz de articular con sutileza los temas del exilio, la memoria, la racialidad y la vida urbana, mientras que su primera colección de ensayos, "Cosas conocidas y extrañas" (2018), mostró su enorme rango intelectual y su aguda sensibilidad estética. "Papel negro" es, en ese sentido, una continuación natural de sus intereses, en tanto que reúne veinticinco textos ensayísticos en los que, como el propio título sugiere, no solo se interroga sobre las artes y las sombras, sino también sobre la experiencia negra, sobre lo que significa escribir, mirar, existir desde una identidad racial marcada por la historia. El título del libro, inspirado en el antiguo papel de calco negro que dejaba inscritas -de manera casi fantasmal- las palabras sobre su superficie, funciona como una poderosa metáfora de la memoria y de lo no dicho. Y es que, bajo la sagaz mirada del autor, la relevancia del proceso de calcado no reside en su resultado, sino en las sombras que revelan el propio proceso: las líneas negras sobre papel negro, memoria de una presencia efímera, evocan para Teju Cole las capas profundas de una experiencia histórica que sigue resonando en el presente.

El volumen se organiza en cinco partes, que abarcan una impresionante variedad de temas y registros. La primera, "Basado en Caravaggio", es una brillante crónica de viaje por Italia y Malta tras los rastros del pintor barroco, donde las luces y las sombras del arte se cruzan con la crisis migratoria del Mediterráneo, de tal modo que nos muestra a Caravaggio como un fugitivo no solo artístico, sino también humano. En la segunda parte, "Elegías", Cole reúne textos de una emotividad contenida, donde rinde homenaje a figuras tan diversas como el poeta sueco Tomas Tranströmer, el arquitecto I. M. Pei, el cantante maliense Kassé Mady Diabaté, Aretha Franklin o Edward Said, a quien conoció personalmente. La tercera sección, "Sombras", incluye interesantísimos textos sobre fotografía y artes visuales, en los que Cole despliega una sensibilidad especial para interrogar no solo qué vemos, sino cómo miramos. A propósito de la obra del fotorreportero sudafricano Santu Mofokeng, de la fotógrafa americana Marie Cosindas, de los artistas Kerry James Marshall y Lorna Simpson, entre otros, Cole despliega una sucesión de preguntas que se hacen eco a lo largo de estos textos: ¿qué significa contemplar imágenes de violencia?, ¿cómo se representan los cuerpos negros?, ¿qué papel juega la oscuridad como espacio de resistencia o de borrado?

La cuarta parte del libro, titulada "Recobrar el sentido", recoge los textos, levemente modificados, de las Conferencias Familiares Randy L. y Melvin R Berlin, que el autor impartió en la universidad de Chicago, en la primavera de 2019. En estos textos, Cole reivindica la importancia de usar los sentidos para comprender el mundo, reconocer la epifanía (concepto de raigambre joyceana) y reformular nuestros compromisos éticos. Finalmente, la sección "En tiempos de oscuridad" aborda las tensiones entre resistencia, rechazo y posibilidad, en tanto que ofrece reflexiones urgentes sobre cómo sobrevivir y actuar en contextos de creciente violencia política y social. A lo largo de estos textos, el autor ilustra sus reflexiones mediante pasajes de sus propios libros (en especial de "Ciudad abierta") y de obras ajenas, tanto en el ámbito del pensamiento artístico-fotográfico (Sontag, Azoulay, Debord, Baudrillard, Barthes, Berger) como en el de la propias artes: el cine (Kurosawa), la literatura (Rilke, Toni Morrison, Nabokov, Emerson, Thoreau, Sebald, Isherwood, Salter) y la fotografía (Richard Mosse, Roy DeCarava, Shimpei Takeda).

Con un equilibrio poco común entre lo intelectual y lo emotivo, entre la precisión del análisis y la vulnerabilidad de la experiencia personal, Teju Cole propone en los textos reunidos en "Papel negro" una forma distinta de habitar el presente: una forma atenta, sensible, capaz de leer las marcas ocultas, de escuchar las resonancias del pasado, de reconocer el registro fantasmal que subyace bajo la superficie de las cosas.

*Publicado por Acantilado.

Darío Luque