Olegaroy

Título: Olegaroy
Título Original: (Olegaroy, 2018)
Autor: David Toscana
Editorial:
Alfaguara
Colección: Narrativas Hispánicas
Copyright:
© 2017, David Toscana
© 2017, Penguin Random House Grupo Editorial S.A de C.V
© 2018, Penguin Random House Grupo Editorial S.A.U.
Edición: 1ª Edición: Septiembre 2018ISBN: 9788420434629
Tapa: Blanda
Etiquetas: investigación filosofía libros premiados literatura mexicana México surrealismo existencialismo novela psicológica excéntricos
Nº de páginas: 305
Argumento:
Novela ganadora del premio Xavier Villaurrutia de 2017 que retrata la excéntrica vida de un personaje débil y marginal (el Olegaroy del título) que dedica su anónima vida a pensar con tanta profundidad como inconsistencia en la historia, la filosofía y nuestro lugar en la sociedad. La investigación de un crimen pasional será la excusa narrativa para que el escritor mejicano despliegue reflexiones interesantes, que se mueven con mano hábil entre lo doméstico y lo trascendente.
Premio Xavier Villaurrutia 2017
Opinión:
No conocía a este narrador mejicano hasta que ha llegado a mis
manos este "Olegaroy" que acaba de publicar
Alfaguara, y me alegro mucho de haber entrado en uno de sus libros.
La lectura ha sido no solamente grata sino sorprendente, porque el
autor demuestra un toque personal y atractivo cuando escribe.
Atrapa al lector con una mezcla de ternura (dirigida sobre todo
hacia ese pobre hombre llamado Olegaroy que da título al libro) e
interesantes reflexiones que juegan con lo banal y doméstico pero
que con frecuencia son capaces de mover realmente al pensamiento.
Toscana elabora frases que apetece subrayar,
simplemente porque resultan bonitas o porque esconden una reflexión
audaz.
La trama no es nada, apenas un desarrollo del deseo de Olegaroy
por investigar un crimen pasional. Sin ser policía ni detective,
sino una simple persona con todo el tiempo del mundo y nada en qué
pensar, este hombrecillo se lanza a una investigación en la que
tiene pocas posibilidades de avanzar y que además le es totalmente
ajena. No tiene recursos materiales para investigar un asesinato, y
mucho menos personales, pero le acompaña la audacia del ignorante y
la ternura del infeliz. Al leer esta historia de un hombre solo en
la gran ciudad, no he podido menos que recordar algunos de los
buenos personajes de las mejores novelas de Luis Landero,
con quien he creído poder emparentar a este narrador
mejicano.
Enterado de que una joven ha sido asesinada
brutalmente, Olegaroy saldrá a una calle que apenas pisa
en su día a día y en la que es un ser indefenso e inexperimentado.
La investigación no será tan exterior como interior, resultando
lo mejor del libro las dudas personales y hasta morales que
asaltan al personaje en su camino hacia una verdad que nunca llega
a alcanzar. Toscana construye un culto alrededor de
Olegaroy (qué hizo, qué dijo), que resulta simpático y
enternecedor, como si las palabras y hechos de este hombrecillo
hubieran llegado a ser poco menos que una religión con cientos,
miles de seguidores.
En el libro también se recoge con un carácter simpático y curioso
la noche en la ciudad. Con muy poca experiencia en la vida para sus
53 años, Olegaroy conocerá a una prostituta que será su
cicerón en la canallesca de las altas horas y las situaciones poco
habituales. Otros de sus compañeros de correrías (si se
puede llamar así a lo que Olegaroy hace) serán un
matemático y un cura, personajes igualmente retratados como los
epítomes de la excentricidad. Hay una vertiente surrealista en el
libro que también despierta simpatía. La madre de Olegaroy
y nuestro detective sobrevenido, tras asistir al velatorio de la
chica asesinada, se harán tan habituales de los velorios que
acabarán siendo su único sustento: se convierten en un par de
aprovechados que se proveen de galletas y canapés cada vez
que hay una recepción por un finado y lloran muertos que no
conocen.
Las máximas de Olegaroy, inconexas y poco ortodoxas, alcanzan casi
cualquier tema humano: el fútbol, las relaciones de pareja, la
filosofía, la historia… todo es materia que mueve al pensamiento a
esta infeliz cabeza inquieta que es Olegaroy.
Una buena recomendación para aquellos que disfrutan de la novela contemporánea que vive del pesimismo existencial, y las historias urbanas con un enfoque nada convencional.
Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com
Comentario de los lectores:
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