Negrito

Opinión:

"Negrito" describe con acierto las peculiaridades sociales presentes en el mundo rural, por más que sitúe la narración en una población con unos pocos miles de habitantes, ya que no es necesario irse a un pueblo de un centenar, puesto que también es cierto que quienes hayan vivido toda su vida en un lugar similar, tienen sus costumbres de siempre, así como ocurre con los contactos y amistades, que son de toda la vida.

Aunque se menciona la localidad, Breda (provincia de Girona), donde se desarrolla la acción, la trama se mueve casi siempre en el entorno de unas casas aisladas, apartadas de la población principal y rodeadas por los campos anexos a la propiedad, de manera que el contacto habitual entre unos y otros vecinos se reduce muchas veces al mínimo necesario. Son saludos y poco más al encontrarse, lo que dificulta la comunicación abierta, a la vez que da pie para que se mantengan las rencillas, puesto que la soledad de la mayor parte del día sólo alienta darle vueltas y vueltas a lo que se ha quedado dentro, como sería el rencor y, de paso, alguna obsesión, que también.

Así es que la narración abunda en descripciones de lo que hacen y piensan los personajes, dejando poco espacio, el suficiente, para unas conversaciones que son más bien abruptas, ceñidas a lo imprescindible y pocas veces dadas a la comunicación.

La novela está dividida en varias partes, que son consecutivas en el tiempo. Primero es el protagonismo de Carlos, dueño de la casa que es el centro de la historia, que se siente atado a desgana a ese lugar. Además de la madre enferma, siempre ha vivido allí, conformado con la rutina del día a día cotidianos, aunque cada vez más siente que tiene que salir de allí, sólo será necesaria una oportunidad.

Luego aparecen los nuevos propietarios, recién llegados de la ciudad y con muchas expectativas, que tendrán que ir adaptando, además de ir dejando por el camino nas cuantas ilusiones no cumplidas.

En medio de todos ellos, Negrito, ese perro cariñoso, de pelaje oscuro y un olfato prodigioso, que le permite marcar las piezas, que no podrá perseguir por sus propios medios, ya que tiene dificultades de desplazamiento, pero eso ya no le importa demasiado, pues se sabe querido por cómo es y por sus habilidades.

La trama sigue de cerca las vicisitudes de los personajes, con sus alegrías y decepciones, con sus propias historias, que tal vez no sean como piensan, puesto que su personal punto de vista podría estar empañado por los recuerdos de lo vivido y como le fue afectando. Así es fácil que salte alguna sorpresa, que permita una mejor comprensión de algunos hechos, también de las sensaciones ausentes porque han sido negadas para evitar males mayores.

Podría pensarse que la vida rural es apacible, tranquila, que el transcurrir de los días deviene monotonía. Algo de eso hay, pero también hay conflictos, unos abiertos, otros soterrados. Unas veces con alguien de la vecindad, otras con la propia conciencia. Tanto da. A lo que sí obliga muchas veces es a apañárselas como bien o mal se pueda.

Todo eso y más está presente en "Negrito", una estupenda novela que, a mi entender, ha sido bien merecedora del premio otorgado, ofreciendo a quien pueda interesar una lúcida visión de lo que es el entorno rural y cómo incide en las vidas de sus moradores.

Selin