«Nada es más asombroso que el hombre»

Título: «Nada es más asombroso que el hombre»
Título Original: (Ungeheuer ist der Mensch, 2017)
Autor: Volker Spierling
Editorial:
Acantilado
Colección: El Acantilado
Copyright:
© 2017, Verlag C.H. Beck oHG, Múnich
© 2024, Luis Fernando Moreno Claros (de la traducción)
© 2024, Quaderns Crema, S.A. (de esta edición)
Edición: 1ª Edición: Febrero 2024
ISBN: 9788419036452
Tapa: Blanda
Etiquetas: ensayo ética moral filosofía literatura alemana metafísica pensamiento filósofos humanidades historia de la Filosofía bondad antigüedad clásica
Nº de páginas: 462
Argumento:
La historia de la ética, íntimamente vinculada con el desarrollo de la metafísica, vertebra uno de los senderos más espléndidos de la filosofía occidental. El intento de proporcionar al hombre una orientación en su relación con el mundo, con la sociedad y consigo mismo ha sido uno de los principios rectores del pensamiento desde la antigüedad más lejana. De ahí el interés del filósofo alemán Volker Spierling por explorar los principales "mundos éticos" que jalonan la historia de nuestra tradición ética. "Nada es más asombroso que el hombre" recoge y ordena una serie de planteamientos éticos fundamentales, desde la filosofía presocrática hasta los pensadores del siglo XX, con atención tanto a la singularidad de cada teoría como a los diálogos y relaciones que se establecen entre ellas. Así, las bases filosóficas que asientan Sócrates, Platón y Aristóteles son recogidas por filósofos posteriores, como Agustín de Hipona, David Hume e Immanuel Kant, hasta llegar a los planteamientos más contemporáneos de Hegel, Schopenhauer o Nietzsche.
Opinión:
La palabra "ética" se utiliza hoy de un modo tan amplio como vago. Nos llenamos la boca hablando sobre medidas éticas, sobre lo correcto y lo incorrecto, sobre la moral y el deber, pero pocas veces tenemos en cuenta el origen filosófico de este concepto, ligado desde sus orígenes al cultivo de la virtud y al estudio de la conducta humana. Son muchos los manuales que relegan a la ética a un lugar complementario junto al resto de ramas de la filosofía (tales como la hermenéutica, la metafísica, la filosofía política o la teoría del conocimiento). Sin embargo, es cierto que la ética está íntimamente vinculada con el desarrollo de la metafísica, y su historia puede recorrerse en paralelo a la historia de la filosofía occidental desde sus más tiernos orígenes. Esto es, de hecho, lo que hace el filósofo y ensayista alemán Volker Spierling en "Nada es más asombroso que el hombre", un libro de vocación casi enciclopédica que recorre la historia de la ética desde la filosofía presocrática hasta los planteamientos de Theodor W. Adorno tras el desastre de Auschwitz. Los once capítulos del libro, centrados cada uno en un emblemático filósofo de nuestra historia occidental, ponen al mismo nivel sus posiciones éticas y sus postulados metafísicos, pues Spierling expresa su convencimiento en la idea del bien como punto de encuentro entre la metafísica clásica y la ética tradicional.
Los once capítulos de este libro ofrecen, a partir de esta asociación entre metafísica y ética, una serie de exposiciones introductorias a los planteamientos éticos de distintos autores fundamentales en la historia de la filosofía occidental. El punto de partida no puede ser otro que la reflexión racional desarrollada en la Antigua Grecia como oposición al pensamiento mitológico; una reflexión que abriría camino a filósofos como Sócrates, pionero en la preocupación por los conceptos morales y por el cuidado del alma; Platón, cuya teoría del conocimiento, regida por la Idea del Bien, trae consigo un esforzado proceso de formación y educación personal; y también Aristóteles, que enfatizó la estrecha unión entre ética y política al mismo tiempo que pregonaba el cultivo de la virtud como realización del alma. No descuida Spierling la filosofía romana, personificada en este libro por el estoicismo de Lucio Anneo Séneca, ni tampoco descuida los planteamientos escolásticos de Agustín de Hispano, quien propuso una metafísica de la voluntad interpretada con obediencia a la fe cristiana.
Los capítulos dedicados a la Edad Moderna se inician con el pensamiento de David Hume, uno de los principales representantes del empirismo inglés en la Ilustración del siglo XVIII, que intentó derribar las bases de la metafísica tradicional al plantear una ética del sentimiento, humanista, orientada al mundo del aquí. Este es el gran giro ético que aprecia Spierling en la historia ética de Occidente: en la ética empirista, lo decisivo no es la razón, sino el sentimiento, de tal manera que lo que determina el valor de un hecho es el sentimiento de satisfacción o insatisfacción. A raíz de esta postura, el autor dedica también un capítulo a Immanuel Kant, cuya ética gira en torno al concepto de autonomía y a la confluencia entre libertad y ley moral. Pero más interesantes son sus apreciaciones sobre la filosofía de Georg Wilhelm Friedrich Hegel, que se propone superar el rígido esquema de pensamiento dualista entre sujeto y objeto, reemplazado ahora por un proceso de mediación universal, sistemático e histórico. En Arthur Schopenhauer, Spierling encuentra dos conceptos de vital importancia para la ética contemporánea, tales como la voluntad y la compasión, pero es en el pensamiento de Friedrich Nietzsche donde aprecia el mayor cambio, en tanto que sus análisis sobre la genealogía de la moral están orientados por la sospecha de que el fundamento de todos los valores morales es inmoral. El advenimiento del nihilismo nietzscheano y la contemporaneidad trae consigo, finalmente, el pensamiento de Theodor W. Adorno, que exige un nuevo imperativo categórico trae las tragedias vividas en la Segunda Guerra Mundial.
Así pues, "Nada es más asombroso que el hombre" ofrece un recorrido didáctico, casi enciclopédico, por el pensamiento ético y metafísico de once autores esenciales de la filosofía occidental. Para cada uno de ellos, Volker Spierling ofrece una pequeña introducción a la biografía y a sus obras, antes de acometer una síntesis de sus principales aportaciones filosóficas. Sin embargo, llama la atención la ausencia de pensadores como Descartes, Tomás de Aquino, Thomas Hobbes o Walter Benjamin, cuyos postulados filosóficos fueron también fundamentales para el desarrollo de la ética. Asimismo, algunos de los capítulos incluidos en el volumen parecen adoptar una perspectiva simplista y casi escolar, hasta el punto de no ofrecer apenas ningún estímulo para el lector ya versado en los autores que se analizan en el libro. Por tanto, recomiendo su lectura para estudiantes y curiosos, pero creo que los especialistas no encontrarán en las páginas de este libro nada que no sepan o que no hayan leído en otros manuales más prestigiosos.
Darío Luque
Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com
Comentario de los lectores:
Si te gustó este libro, también te puede interesar...
- Lujuria Cristina Sánchez Aguilar Editorial PPC
- Ludens. Siete juegos de mesa que explican al ser humano Oliver Roeder GeoPlaneta
- Los penúltimos días de Escohotado Ricardo F. Colmenero La Esfera de los Libros
- ¡Energía! Anne Fleck Edaf
- Ñamérica Martín Caparrós Literatura Random House