Mi madre, su amante y yo

Opinión:

"Mi madre, su amante y yo", de la autora Adrienne Brodeur, es una novela que me ha dado que pensar durante parte de su lectura.

La novela tiene algo de autobiografía, y es que tal y como aclara la autora, ha cambiado los nombres de los personajes, excepto los de sus padres. Leer al inicio la "Nota de la autora" ha hecho que lea la novela de otra manera a si pensase que la historia era ficción. Obviamente, Adrienne Brodeur aclara que hay fragmentos que pueden tener ligeras modificaciones, y es que la memoria de la infancia es muy voluble. Aunque se ha guiado por diarios y conversaciones con otras personas para que sea lo más fiel posible.

Con esta novela he pasado por dos partes. La primera, hasta casi la mitad de la novela, en que no me terminaba de enganchar o me parecían repetitivas algunas escenas, pero conforme la protagonista, Rennie, adquiere mayor protagonismo, la historia ha conseguido engancharme completamente.

Adrienne Brodeur se adentra en los sentimientos y la relación de una madre con su hija. La adoración que Rennie siente por Malabar se podría considerar obsesiva, tan es así que marca su vida completamente. Pero esto no es del todo ficción, si nos paramos a pensarlo, ¿cuántas de las acciones de nuestra madre y padre nos condicionan? Los niños de pequeños son como esponjas, absorben todo de su alrededor y una palabra repetida por sus padres, o un adulto con el que pasen tiempo, al final la hacen propia. Ocurre lo mismo con todo, y más con los padres como referentes, alguien a quien de pequeños tomamos como guía, como nuestros "héroes" particulares.

Rennie, ya a sus catorce años, entiende ciertas cosas, por eso cuando su madre le cuenta el beso furtivo que ha tenido con Ben, sus sentimientos con referencia a su actual marido enfermo y hacia la mujer de Ben... desde mi punto de vista, Malabar juega con Rennie, para conseguir lo que quiere. Tal y como se plantea más adelante de la novela, no se entiende cómo una madre hace eso, ya que priva a Rennie de su infancia, de su juventud, y cómo veremos después, de disfrutar del resto de su vida.

¿Dónde está el límite? ¿Cómo una hija puede marcar la línea que considera sana para no sobrepasarla? Con Rennie y Malabar el lector podrá comprobar lo delicado que es la relación entre madre e hija, lo difícil de mantener para ambas sin hacerse daño y, sobre todo, el miedo de Rennie a no saber vivir, a no saber marcar su propio camino y no depender siempre de su madre, de su aceptación. ¿Repetirá Rennie los mismos errores que su madre? ¿Está en la genética o se puede cambiar el camino a seguir en la vida?

Aunque "Mi madre, su amante y yo" se centra en la relación madre e hija, se puede extrapolar a otros casos, padres e hijos e incluso relación de hermanos, ya que en ocasiones el hermano pequeño idolatra al mayor y le toma como referencia: si él hace esto, yo también.

De igual manera, Adrienne Brodeur, aunque más sutilmente, también habla acerca de la relación de pareja, la importancia de apoyarse mutuamente, de entenderse, de confiar o sobre el daño que pueden hacer los secretos. Ocurre lo mismo con la relación de Rennie con su "madrastra", que en ocasiones se comporta más como una madre que Malabar, se convierte en mejor amiga y no duda en ayudarla cuando ve que Rennie está superada.

Con Rennie, el lector también comprobará la fortaleza de las personas, el límite mental de la locura al que pueden ser sometidos. Rennie toca fondo, pero consigue comenzar de cero y marcar el camino de su vida sola, sin depender de nadie y sin que le importe nadie, sólo le importa ella. Aunque no es fácil, Rennie lo consigue, dejando ver que es posible encontrar su lugar.

Durante la lectura he encontrado numerosas reflexiones, que merece la pena marcar y volver a ellas poco a poco en un futuro. Adrienne Brodeur consigue que el lector piense sobre su vida, sobre su familia, la infancia o las relaciones actuales.

"Mi madre, su amante y yo" es una novela diferente, dura y emotiva.

Vane Gómez