Anika entre libros

Mi gato Autícko

Ficha realizada por: Carol Inabé Barba
Mi gato Autícko

Título: Mi gato Autícko
Título Original: (Autícko, 1986)
Autor: Bohumil Hrabal
Editorial: Galaxia Gutenberg


Copyright:

© 1986, Bohumil Hrabal Estate, Zurich, Suiza

© 2016, Galaxia Gutenberg, S. L.

Traducción: Mónica Zgustova
Edición: 1ª Edición: Octubre 2016
ISBN: 9788416734092
Tapa: Dura, bolsillo
Etiquetas: autobiográfica violencia amor conducta dolor muerte gatos literatura checa novela novela corta escritores suicidas conflicto ético culpa emociones maternidad accidentes protección animal superpoblación República Checa
Nº de páginas: 112

Argumento:

Una novela corta que resume el ir y venir del autor, desde su hogar en Praga y sus escapadas a Kersko, un pueblo cercano en las montañas, donde tiene una segunda vivienda para descansar. Sin embargo, el descanso nunca llega, sino, más bien, es la angustia de cada fin de semana: "¿Qué vamos a hacer con tantos gatos?" La pregunta que se hace junto a su mujer, cada vez que van al pueblo, y que deja entrever una contradicción: amor y culpa. Amor por sus peludos que hacen su vida más alegre con sus juegos y mimos, pero a su vez, le atormenta la idea de deshacerse de ellos cuando llegue el momento en que no puedan mantener una camada tras otra.

Se sucede la culpa, la muerte y la tristeza. Y preocuparse si pasan frío en invierno, si alguien pudiera hacerles daño. Aunque no todo es así de angustiante, se suceden también los juegos, los mimos y las cosas que suelen hacer los gatos y que te hacen olvidar el mundo. Es lo que tiene tener gatos. En ese viene y va entre el amor y culpa, Bohumil se explaya en sus vivencias con sus gatos presentes y pasados, mientras escribe otras historias.

 

Opinión:

 

El que tiene o ha tenido gatos sabe lo que significa eso. Sabe que tiene un ser único, contradictorio y sublime por partes iguales. Dormilones y frioleros, juguetones o solitarios, cada gato es un mundo aparte. Hay gatos que gustan de compañía de su misma especie y otros que no, alguno, incluso, prefiere a los humanos más que a sus congéneres peludos. Es lo que tiene tener gatos. No importa si es uno o son cinco, llenan tu espacio vital con sus demandas: hazme cariño, dame de comer, juega conmigo, préstame atención, limpia mi arenero, deja que duerma contigo. No imponen, pero se hacen oír, ciertamente. Y es en este vaivén de vidas gatunas donde se encuentra Bohumil, viviendo y recordando a su vez, otros peludos que le dieron a su vida el encanto de sus mullidas existencias.

Rememora gatos y culpa, gatos con los que disfrutó una larga temporada y partieron a una edad gatuna avanzada, otros que no pudieron decir lo mismo, ya sea por enfermar o peor, convertirse en blanco de ciertos cazadores que cobran por pieza (era la realidad de esa época, ¡50 coronas por gato cazado!). Sin embargo, lo que más recuerda es ese momento terrible donde debe decidir qué hacer con las camadas… está más que claro que en esa época el tema de la esterilización no estaba en discusión, no había políticas al respecto, salvo lo de dar caza a los gatos callejeros.

Gatos que colman su vida, gatos que provocan angustia, miedo y culpa que se unen al gran amor que les profesa, un malabarismo de emociones, sin duda, que le llevan a dar vueltas y estar en constante vigilia, pensando en lo malo que podría pasarles, en contraposición a lo maravilloso que es vivir con ellos. Como la vida misma, pero con tintes un poco más exagerados.

Dado el tenor de esta obra, se trasluce a lo largo de su lectura, una alta sensibilidad del autor, porque no solo se siente mal por deshacerse de forma violenta de sus gatos, sino que evidencia además un dolor profundo por la miseria humana, por la guerra, por la muerte de otros, lo leemos con el corazón apretado párrafo tras párrafo, en algunas ocasiones. Es un humano con alta sensibilidad, posiblemente los que conocemos actualmente como PAS -Personas Altamente Sensibles-, que tienen una mirada hacia el mundo desde la emoción, desde lo más profundo de sus almas.

Y en la trastienda de la lectura, si se conoce un poco al autor, observaremos como testigos de primera mano, cómo esa hipersensibilidad que denota en cada frase, parece ser una alegoría de lo que pasaría luego: unos años más tarde se suicidaría lanzándose desde una ventana del hospital donde estaba ingresado, pero esa, esa es otra historia.

Carol Inabé Barba

 

 

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

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