mexico insurgente (la revolución de 1910)

Opinión:

Antes de nada quiero aclarar que en el título del libro, que he respectado, hay un importante error respecto a la fecha del periodo en que se producen los hechos que narra Reed. No se refiere al levantamiento de 1910 contra la dictadura porfirista que, en efecto, se inició el 20 de noviembre de 1910, como consecuencia del Plan de San Luis de Potosí, sino a la guerra que sostuvieron, Venustiano Carranza, Pancho Villa y Emiliano Zapata (creo recordar), entre otros, contra la presidencia usurpadora del general Huerta y su compañero de fechorías Orozco en 1913. Para esa época ya había sido asesinado Francisco I. Madero, tal y como señala Reed acertadamente en su relato. En cualquier caso, nuestros amigos mexicanos podrán aportar muchos más y mejores datos. Precisamente a ellos y a su revolución dedico este comentario.

John Reed es posiblemente de los primeros periodistas que se convirtió, por voluntad propia, en lo que hoy se llamaría un auténtico corresponsal de guerra, aunque en mi opinión, ni él mismo fue consciente en su momento de la importancia de sus escritos y testimonios. No sólo estuvo en México, sino que es más conocido por su crónica de diez días que asombraron al mundo, un relato muy pormenorizado de las primeras horas de la revolución bolchevique.

Reed era un idealista y esto le llevó a pasar la frontera de su país (EEUU) con la de México y vivir en primera persona lo que estaba ocurriendo allí. Y el resultado es óptimo. Nos traslada con facilidad al desierto del norte mexicano donde los hombres de Villa combaten en condiciones verdaderamente difíciles contra el ejercito federal.

A lo largo de sus páginas nos hace una descripción de la situación de estas personas, de sus costumbres, de su modo de vida y de su fe en lo que están haciendo.

Incluye sendos magníficos retratos de dos de los protagonistas más significativos de este movimiento: Pancho Villa (Doroteo Arango) y Venustiano Carranza. Del primero nos da una visión muy pormenorizada. Se ve que tuvo tiempo de conocerlo mejor. Nos refiere un Villa, solidario, serio y alejado de esa imagen frívola y un tanto peliculera que se nos ha trasladado a muchos a lo largo de los años. Es un Villa consciente de sus limitaciones, generoso y que tiene un profundo sentido de la justicia. No es un pendenciero ni un asesino.

Más frío es el cuadro que nos pinta de Carranza. Posiblemente porque "don Venustiano" al ser un hombre procedente de la burguesía, entendía de otra forma las relaciones humanas. Valga como ejemplo el hecho de que mientras Villa se pasea entre sus tropas, Venustiano Carranza, cuando Reed tiene oportunidad de verle, está encerrado en un despacho semioscuro, rodeado de guardias y burócratas que hacen difícil acceder a él. La verdad es que no sale muy bien parado, porque además parece que está en otro mundo.

Se recrea Reed en la vida de los mexicanos luchadores por restablecer el orden costitucional. Hombres y mujeres que sufren condiciones calamitosas de vida, con sed, hambre y pobreza extrema pero, sobre todo, con dignidad, esa dignidad que siempre ha caracterizado a ese gran país que tiene la desgracia de tener un vecino tan incómodo como los Estados Unidos, que ha tratado siempre a México como el patio trasero, como ha señalado acertadamente el ya casi ex embajador mexicano ante la ONU.

En fin, una obra amena que nos acerca a un momento importante de la vida de México, un momento histórico convulso, polémico, trascendental y sobre el que los mexicanos todavía parece que no se han puesto de acuerdo. A mí, personalmente, me parece un gran libro dedicado a una gran revolución.