Metáforas sospechosas

Opinión:

La trayectoria profesional y académica de Daniel Cassany, profesor titular de Análisis del Discurso en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, queda de sobra acreditada por los innumerables libros que ha publicado sobre la escritura, desde el clásico "La cocina de la escritura" (1993) hasta "Tras las líneas" (2006) y "Afilar el lapicero" (2007). Estas publicaciones, sumadas a una larga retahíla de artículos, y a su labor como asesor lingüístico y promotor de la lectura y de la escritura, han despertado en todo tipo de instituciones el interés por oír a Cassany disertar sobre el tema de su especialidad, y fruto de ello son innumerables conferencias que ha impartido por todo el mundo. "Metáforas sospechosas", el nuevo libro que publica en la colección de bolsillo Nuevos Cuadernos Anagrama, reúne precisamente los textos de tres conferencias que pronunció en Latinoamérica y que más tarde fueron recogidas en revistas académicas o en publicaciones relacionadas con la metodología y el aprendizaje de la escritura. No obstante, el libro no es un mero rescate de estos textos, sino un diálogo que entabla el autor con lo que escribió y pronunció en el pasado, de tal modo que los discursos están interrumpidos por anotaciones, aclaraciones e incisos con los que Cassany demuestra hace patente la evolución del pensamiento.

La primera de las tres conferencias, titulada "¿Cómo conseguir que la escritura nos obedezca?", fue impartida en julio de 2002 en el Centro Cultural Ricardo Rojas de la Universidad de Buenos Aires y más tarde recogida en la revista "Maestría en Enseñanza de la Lengua y la Literatura". En ella, Daniel Cassany nos ofrece interesantes apuntes sobre el proceso de la escritura a partir de diez metáforas que vertebran el contenido de la sesión: desde el escritor como un pulpo que se apodera de las ideas de los otros o como un camaleón que ha de adaptar su escritura a las convenciones de la comunidad lectora, hasta el estilo -claro y sencillo- visto como una llanura o el texto percibido como un iceberg que esconde bajo el mar sus inferencias, presuposiciones e intenciones. Cassany incluye también una breve crónica del coloquio que siguió al acto, con algunas de las preguntas y reflexiones que suscitaron sus palabras, y que vienen a enriquecer el texto que nosotros leemos.

En la segunda conferencia, titulada "Mi cocina letrada", impartida en noviembre de 2007 en Bogotá y recogida luego en la revista "El Malpensante", el autor se ve obligado a repasar su trayectoria como académico y ensayista, motivado por un encuentro sobre el ensayo creativo. A diferencia de los otros dos, este texto es mucho más impreciso, pues no se apoya en propuestas o ejemplos lingüísticos, sino en una reflexión de raíz autobiográfica. A partir de una serie de características que definen su escritura ensayística (como la inspiración en encuentros hablados como conferencias y seminarios, la integración de voces plurales, el uso de metáforas o el poder creativo del bilingüismo), Cassany inspecciona sus propias facultades como escritor y ofrece una detallada biopsia de su proceso creativo.

La tercera conferencia, "Sobre mis fogones", nace de un panel interdisciplinar ("Cómo escriben los que escriben. La cocina del escritor") que tuvo lugar en 2005 en el Instituto Tecnológico Autónomo de México, con el cual se pretendía poner de relieve la importancia de la escritura en la enseñanza superior y en la práctica profesional. Hay también en este texto una semilla autobiográfica, pero también encontramos en él interesantes reflexiones y anécdotas acerca de métodos de escritura, coautorías, revisores y, sobre todo, acerca de la relación entre la escritura y el idioma, aspecto que puede llegar a determinar la audiencia, la cultura y la comunidad hacia la que se dirige un texto o un discurso, que ha de adaptarse a sus necesidades intrínsecas.

Pese a su brevedad y sencillez, hay en "Metáforas sospechosas" muchas ideas que ya habían sido apuntadas en los brillantes ensayos del autor, pero no por ello dejan de ser valiosos estos tres textos, que sin duda interesarán a todo aquel que trabaje con palabras o que tenga interés en mejorar su relación con la práctica de la escritura.

Darío Luque