Mandela y el general

Opinión:

Este gran comic es una lección impagable, porque muestra que en democracia los conflictos más enconados, más aparentemente irresolubles, sólo pueden superarse con el diálogo.

Cuando el presidente De Klerk comienza el difícil camino de acabar con el apartheid y abrir vías de diálogo con el Congreso Nacional Africano, especialmente con su líder, el carismático Nelson Mandela, las fuerzas más reaccionarias y violentas se conjuran para dinamitar ese proceso con acciones violentas. Para esa estrategia recurren a un famoso general que contra todos los pronósticos, accede a hablar con Mandela, una decisión que cambiará definitivamente el rumbo de la historia de Sudáfrica y especialmente el final de un movimiento que podía acabar con el sueño de libertad de toda una nación.

La relación personal del autor de los textos, John Carlin, con el asombroso y genial Mandela, que se refleja en su conocimiento directo de esta historia, unido a unas ilustraciones, de gran calidad artística, que expresan perfectamente los hechos que se relatan, ofrecen una obra apasionante de lectura imprescindible.

Una obra que explica perfectamente la colosal dificultad de aquel proceso histórico, que sólo un hombre como Mandela podía haber conducido con tal maestría política. Un camino complejo, violento, constantemente amenazado por quienes querían acabar de manera abrupta con el proceso que acabara por fin con un régimen tan inmoral como racista e injusto, pero también por aquellos tentados por los ajustes de cuentas o por acciones radicales que dejaran demasiados vencidos en el camino que lastraran un futuro colectivo por construir.

Sin duda, la lección más bella de este libro es que sólo con el diálogo, y sólo el diálogo, consigue superar los desencuentros extremos, que pueden darse en una sociedad rota por visiones tan radicalmente contradictorias que cuestionan una convivencia pacífica y democrática.

Una lección de cómo los miedos, las venganzas, los ajustes de cuentas, la eliminación del adversario, el desencuentro donde no se atisba ninguna posibilidad donde pueda habitar la discrepancia, los deseos de victoria total sin resquicios para el contrario, son vencibles con la palabra, no con la represión o la violencia, sólo con algo tan poderoso como la palabra.

Este libro debería leerse en los centros educativos, formar parte del decorado dialéctico de las tertulias de los medios de comunicación, de las guías de corrección política de tantos políticos y "opinólogos", sobre todo de aquellos que prefieren una buena batalla sin cuartel a una paz sin víctimas, y especialmente de quienes prefieren los fáciles y peligrosos atajos a la laboriosa y paciente tarea del diálogo.

Una obra de la que sacar muchas lecciones, como tantas otras a la sombra de una figura tan asombrosa y fascinante como la de Nelson Mandela, un ser humano en su sentido más radical, porque hizo de la palabra y del respeto mutuo las armas más formidables que puedan imaginarse.

Por favor regalen este libro, compártanlo, léanlo en familia o con su pareja, sumérjanse en sus páginas, porque no cuenta una historia lejana en el tiempo y distante en el mapa, relata algo mucho más próximo a nuestras vidas de lo que podríamos inicialmente imaginar.

Jorge Riet