Los viajes del capitán Rezanov

Opinión:

Esta obra tiene un aroma clásico, más allá de los hechos que narra, porque su estilo, estructura, definición de personajes, descripciones y situaciones, recuerdan esos sólidos relatos donde todo el protagonismo era para la propia historia, desplegada sobre el papel en una secuencia lineal que permite al lector dejarse transportar, fácilmente, a la época en la que transcurren los hechos.

Es evidente la originalidad de esta novela, al ofrecer al lector algo tan escaso en nuestra literatura como la España que dominaba amplios territorios de la actual Norteamérica. En este caso incluso sorprendiendo al lector con sus referencias a una frontera territorial física entre Rusia y España.

Acompañado además de la curiosidad histórica de los orígenes españoles de ciudades californianas como San Francisco, o de la colonización y evangelización de aquellas ignotas tierras, con el mar de fondo del trato a las comunidades indígenas de los viejos imperios, en nuestro caso condicionado por tan extraordinarios personajes como Bartolomé de las Casas.

El autor además maneja con notable destreza narrativa la corte zarista en la que desenvuelve el protagonista, las guerras de las potencias europeas en suelo americano, el hermetismo feudal de Japón, así como esa corte española extractiva de sus dominios de ultramar, cuya decadencia transcurría en paralelo con los emergentes movimientos independentistas promovidos por la propia población criolla.

El amor, la política, las conspiraciones, la enormidad geográfica de Rusia y América, las luchas de los imperios, el poder, las cortes imperiales, el comercio y las aventuras, se reúnen en esta novela, que permite al lector sumergirse en esa época bastante desconocida de nuestra Historia.

Una novela sin grandes complejidades narrativas, fluida, secuencial, correctamente escrita, interesante y amena, cuya principal virtud es traernos al presente esa página olvidada de nuestro pasado en una novela que será de gran agrado de muchos lectores, especialmente los amantes de las novelas históricas, así como los aficionados a la literatura romántica.

Jorge Riet