Los supervivientes

Opinión:

"Supervivientes", de Jimina Sabadú, es la novela ganadora del premio Ateneo Joven de Sevilla, que se concede anualmente a una novela inédita escrita por un autor o autora menor de 35 años. En este caso he de decir que me ha parecido un premio muy merecido, porque ha sido una lectura en la que me he sumergido totalmente y sus 381 páginas se me han hecho cortísimas.

Toda la acción de la novela se desarrolla en torno al colegio Agustín de Foxá, y hay varios personajes a los que seguiremos a lo largo del curso escolar (el libro se divide en capítulos encabezados por los meses que dura el curso). Jimina Sabadú refleja perfectamente cómo es el ambiente en un centro escolar. Me ha parecido muy conseguida la forma en la que retrata los distintos tipos de padres, alumnos y profesores que podemos encontrarnos, de forma que el Agustín de Foxá podría ser perfectamente un colegio real.

En cuanto a los profesores, la que destaca entre todos es María Victoria, que llega nueva al colegio con mucha ilusión y ganas, y que intenta luchar contra injusticias que otros profesores ven como normales, sobre todo en lo que se refiere a un caso de bullying muy claro. También tenemos a don Marcial, un profesor de la vieja escuela al que, en su último año antes de jubilarse ciertos alumnos van a hacérselo pasar realmente mal.

En el grupo de los alumnos el protagonista es Miguel Sanz, al que sus compañeros hacen bullying y que sufre enormemente cada vez que tiene que acudir a clase. Este personaje está especialmente bien construido, y en ocasiones es muy angustioso leer a qué situaciones tiene que enfrentarse, y cómo algunos de los profesores no dan importancia a lo que le ocurre.

Además de profesores y alumnos, los distintos tipos de padres están genialmente retratados, y también hay un grupo de antiguos alumnos que a lo largo del curso se organizan para celebrar una reunión y ver cómo les ha ido la vida.

En "Los supervivientes" encontramos una novela muy ágil y dinámica, bien escrita y muy rápida de leer: además de abundantes diálogos se intercalan pasajes con mensajes de texto que se envían los chicos o con los correos electrónicos mediante los que se va organizando el encuentro de antiguos alumnos, lo que a mí me hizo la lectura aún más entretenida. Para todo aquel que busque un libro en el que el mundo escolar se vea bien reflejado, éste es una muy buena opción.

Zulima Camblor