Los reyes muertos

Opinión:

Realismo descarnado y fantasía impiadosa se funden en pinceladas de auténtica desesperación, esa que yace en lo más profundo de nuestras entrañas. El peligro nunca viene de lo lejano, de lo ajeno, sino más bien de todo aquello y aquellos de los que pensamos que todo está bien. Rui Díaz nos advierte que lo que empieza bien puede terminar mal. Un ser querido que nos dice "ahora vengo" para nunca más regresar, el instinto de depredador que esconden ciertos individuos, siempre listos para saltar, al acecho esperando su víctima indefensa y estéril... La niñez interrumpida que a la vez significa salvar una vida, la inocencia perdida a manos de un ser que no debería caminar sobre dos piernas... Y la sensación de una generación muerta en vida que camina en fila india para dejarse caer por el precipicio del vacío eterno. Pongámonos en la piel de los personajes de estos cuentos y vivámoslos como propios porque, en definitiva, no hacen más que relatar nuestras propias vidas un autor certero, mordaz y estremecedoramente vigente.

Esto es lo que yo sentí cuando cerré su libro de seis cuentos que nacen de la culpa que proviene de un amor mal desarrollado, y es que la mayoría de veces el querer proteger algo sólo lo lleva todavía más a la destrucción.

El primer relato, "El destierro", me partió el corazón, tanto que tuve miedo de seguir leyendo, pensé, si todos los demás son así no seré la misma después de la lectura y en cierta forma ya no lo soy, porque leer estos relatos duele, duele mucho y necesitas tiempo para recuperarte. Le seguirá una historia dramática en un mundo que es el nuestro y al mismo tiempo no lo es. Allí dos amigos deberán dejar atrás su infancia tras vivir una terrible desgracia...

Nos adentraremos en la historia de una mujer embarazada que se niega a que su hijo nazca. Lo que verá el casero nos pondrá los pelos como escarpias. El cuarto cuento lleva por título "Los reyes muertos", el mismo del encabezamiento del ejemplar. Es el cuento más largo de los seis, el mejor de todos, el inolvidable, el que vale cada euro del libro. Se encuentra narrado en primera persona por sus dos protagonistas Amalia y Felipe, aunque hay trozos también en tercera persona profundizando más en el terror. Porque esta es una narración terrorífica, terrible, angustiosa, de una mujer que cuida niños moribundos y de un periodista que desea saber su historia. Y es que si los niños de Amelia ya han muerto, ¿quién grita en la casa? ¿a quién le canta una nana? Un relato que me recordó en algunos momentos a Misery del maestro King. Es muy buena, un canto al dolor que se alimenta del propio dolor.

Leeremos un corto futurista, una distopía de un mundo donde está prohibido nacer y morir.

Cerrará la historia de una chica que jamás olvidará cuando cumplió los veinte años. Un plan macabro se puso en marcha que lo cambió todo para siempre.

Después de terminar de leerlo sigo pensando en él y me sigue temblando el pulso. 

Le pongo un diez, no hay puntuación más alta, si no, se la pondría.

Violeta Lila