Los días de mercurio

Opinión:

Ysabel M.

Alexis Ravelo es el autor de esta novela negra que consigue mantener al lector pegado a la lectura. "Los días de mercurio" ha sido publicada por la editorial Alrevés.

La trama conduce al lector hasta la posguerra española. Un ambiente o, mejor dicho, coyuntura que marca aún más a los personajes, dando a entender al lector el porqué de sus acciones. A esta atmósfera, además, se le suma el transcurrir en una ciudad de provincias, no en una gran capital como Madrid o Barcelona.  Esta pequeña ciudad también va marcando a los personajes, sobre todo a su protagonista, que siente que se ahoga en ella, por eso quiere salir, escapar. Algo que no es tan sencillo, él trabaja de camarero y necesita dinero. ¿Qué hará? Pues chantajear al jefe local de Falange. Una decisión que tendrá consecuencias.

Toda la novela está escrita de una forma muy inteligente. El propio camarero es el narrador. Todo lo que nos va contando está escribiéndolo, es como una especie de despedida o testamento que deja al lector para que sea consciente y conozca sus razones. Apenas hay diálogo, pero no es necesario. No es un hándicap ni se traduce como una historia lenta. Todo lo contrario, tiene un ritmo frenético, es muy amena a la hora de leer. A mí me ha parecido muy buena. Alexis Ravelo tiene un estilo narrativo directo, ágil, sabe controlar la trama y darles a sus historias unos personajes reales, creíbles. Todos en "Los días de mercurio" tienen su importancia, no hay personaje que sobre. Todos ellos van tejiendo y dando forma a los acontecimientos.

El personaje principal es este camarero. Podría parecer un valiente por enfrentarse a quien se enfrenta en ese momento crucial, pero, en mi opinión, más que valiente es realista. Se da cuenta de que si quiere vivir debe huir, escapar. Me ha parecido un personaje muy bien construido. La verdad, como he comentado, el autor es francamente bueno a la hora de desarrollar los personajes de su novela.

"Los días de mercurio" es una lectura que recomiendo mucho, sobre todo a los lectores de novela negra.

Ysabel M.

Selin

Esta novela me llegó de casualidad, cuando ya no esperaba recibirla. Es la primera novela que leo de Alexis Ravelo. Tal vez mis sensaciones hubiesen sido diferentes si la hubiese leído hace unos meses, cuando se publicó; pero ha sido ahora, pocos días después de que muriese el autor. No es su última novela, pero sí la última que se ha editado, con alguna revisión incluida, mediante la editorial Alrevés, que nos ofrece así una despedida del autor con sus lectores, los de siempre y los que lleguen ahora.

Respecto de esta novela, "Los días de mercurio" presenta una historia trágica, centrada en la vida de Paco, cuya alma se rompió tiempo atrás, cuando se sintió abandonado por quienes le habían utilizado, aquellos para quienes había sido carne de cañón, alguien desechable.

A partir de ahí, su vida se va despeñando hacia sus infiernos personales, de los que no puede escapar, pues siempre están con él. También es un superviviente, al menos mientras tenga alguna esperanza de salir con bien del pozo agónico que le consume día a día.

La narración es en primera persona y contiene una especie de memorias de Paco, único nombre que conoceremos de él, que a veces ni recuerda de cómo se llamaba antes, al principio, pues ha ido adoptando diferentes identidades en su aciago devenir, siempre huyendo. Nunca lo revela, ni siquiera cuando le llega el final, anunciado desde las primeras páginas.

Sus palabras constituyen también una confesión, una búsqueda de una catarsis, donde cuenta cómo fue que ha acabado así. No se esconde, ni justifica sus acciones, más allá de razonar los prontos que le dan, de explicar sus actos como si fuese algo natural hacerlo así, pues eso es para él.

Así es que "Los días de mercurio" es una magnífica novela de género negro, que he disfrutado de principio a final, empatizando a medias con su protagonista, que a veces me ha caído bien, pero otras no, aunque no sé yo si actuaría igual según fuesen las circunstancias. Es una novela que cala en el alma, que te deja pensativo, sin acabar de decidirte por hacerle compañía o dejarlo solo en el infierno.

Selin