Los amores perdidos

Opinión:

Hay lecturas que, cuando las acabas, sientes que te han marcado tanto que te resulta difícil volver a la realidad. Es lo que me ha ocurrido con esta novela de Miguel de León que acaba de publicar Plaza & Janés: "Los amores perdidos". Quizá es un poco aventurado decir que estamos ante la mejor novela de 2016 pero no me voy mucho si digo que merece estar entre las primeras del "Top Ten" de este año puesto que es buenísima. Personalmente me ha fascinado, tanto que me está costando un poco intentar plasmar en esta reseña todo lo que he sentido al leerla. Además, no es de esas novelas con las que te conformas con una sola lectura, "Los amores perdidos" exige una seguna lectura en la cual las sensaciones que has experimentado con la primera se multiplican.

No conocía a este autor canario, Miguel de León, pero el debut no ha podido ser mejor. Lo primero que destaca en su novela es su estilo narrativo. "Los amores perdidos" es una novela que posee matices de varios géneros: tiene su parte romántica, la histórica, la social, la realista, la política y la policíaca, varios estilos perfectamente compenetrados en los que uno no sólo no destaca más que el otro sino que cada uno de ellos es imprescindible para entender el otro. Es un estilo narrativo francamente bueno. Creo que Miguel de León tiene un dominio del lenguaje ante el que no cabe la menor duda. Su prosa es elegante y bella. Una prosa que se adapta al momento de la historia: es sensible y dulce en los momentos más románticos, cruel y dura en los más trágicos. Y, tanto uno como el otro, calan en el lector. Es imposible no sentir nada. Miguel de León consigue que lo pases bien, con los personajes, en los momentos en que ellos disfrutan y son felices así como que lo pases francamente mal en los más duros. Te afecta el dolor que sufren. Lejos de ser esto bueno o malo, lo que sí sé es que es una de las razones por la cual esta novela es tan buena. No deja indiferente al lector en ningún momento. Logra que sientas afecto y simpatía por esos personajes que lo merecen y odio por los que, también, lo merecen.

Otro punto clave de la novela son sus personajes. Los que destacan son Alejandra Cortés y Arturo Quíner. Ambos viven una de las historias de amor más bellas que he leído nunca, un amor basado en la libertad. No quiero desvelar muchos detalles sobre ella ya que es el propio lector quien debe descubrirla. Tan sólo apuntaré que es una relación de la que aprendes y que te transmite un mensaje muy especial. Junto a Alejandra y a Arturo quiero destacar a otro personaje que, al principio, llamó mi atención porque se llama igual que una amiga de clase: Dolores Bernal. Es un personaje que no deja indiferente. Igual llegas a odiarla que a sentir lástima por ella. Dolores Bernal es la matriarca de la familia Bernal, una mujer con carácter, un poco déspota en ocasiones pero, en otras, muestra una cara que no esperas. Es uno de los personajes claves de la trama al igual que el resto de la familia Bernal y de los habitantes de El Terrero, un pueblo canario que es el lugar donde transcurre la mayor parte de la historia.

Frente a Alejandra, Arturo y Dolores Bernal hay otro personaje mucho más tétrico: Jorge Maqueda. Un personaje al que ya, desde su primera aparición, el lector llega a odiar. Si hay personajes malos, él se lleva la palma pues es un hombre sin escrúpulos. Un hombre que refleja muy bien cómo eran muchos en esos momentos: en plena posguerra.

"Los amores perdidos" no es sólo una novela de amor, también tiene su vertiente de novela histórica, social, política y policíaca. Cualidades, o mejor calificaciones, a las que no puede escapar. En el terreno puramente histórico, la novela es brutal. Gracias a ella podemos conocer un poco más cómo se vivió la Guerra Civil y la Posguerra en Canarias. Como historiadora esto me ha parecido muy interesante. Miguel de León no se corta ni se autocensura. Su novela es un buen retrato de la sociedad española del momento, la de los años 40-50. Una sociedad bastante diferente a la otra que aparece en la novela y que conocemos gracias al viaje que hace Arturo: Nueva York.

Otro punto clave de esta novela es que ni la acción, ni mucho menos la tensión, decaen, todo lo contrario, a medida que vamos acercándonos al final la tensión aumenta. Hasta la última página no se desvelan ni resuelven muchos de los interrogantes que se plantean ni se sabe el destino de parte de los personajes. No hay que dar nada por hecho en esta novela.

"Los amores perdidos" es una novela que nadie debería dejar de leer. Antes he comentado que, para mí, es una de las mejores que se han publicado en los últimos meses. No reniego de mis palabras sino que me reafirmo en ellas. Miguel de León ha escrito una historia que no deja a nadie indiferente y que le revela como un autor muy a tener en cuenta.

Ysabel M.