Leonor de Austria, la reina nómada

Opinión:

La verdad, no conocía para nada la figura de Leonor de Austria y me ha parecido de lo más fascinante. Era una mujer muy inteligente y le pasaron unas cuantas cosas con bastante gancho, como que fuera a casarse con el hijo del rey de Portugal y, cuando fue a conocerle, el propio rey se enamoró de ella y se la "robó" a su propio hijo. Las dos primeras frases de esta reseña podrían llevar a pensar que me ha encantado el libro, pero siento decir que no, al contrario: "Leonor de Austria. La reina nómada" me ha aburrido muchísimo.

Es todo descripciones. Y cuando digo todo, es todo. La proporción entre descripciones y trama es de más de un 80% para las descripciones y de mucho menos de un 20% para la trama. Y digo mucho menos del 20% porque hay que hacer hueco a los chismorreos sin importancia que también se narran a lo largo del libro. Se nos describe sin parar el aspecto físico de personajes (aunque solo vayan a aparecer unas líneas y tengan un papel secundario), cada detalle de la ropa que se han puesto, todos y cada uno de los platos que se sirven en el banquete (y a veces hasta cómo se preparan), hasta la última brizna de hierba del paisaje, la lista de habilidades de familiares de Leonor que, al final, tampoco son relevantes para la trama... y así todo el libro. O Antonio Cavanillas se ha documentado a base de ver cuadros y leer listas, queriendo mostrar todo lo que ha descubierto, o no me lo explico, de verdad que no.

Lo que está enterrado debajo de todo esto es, básicamente, una biografía muy resumida de Leonor pero narrada en primera persona. No obstante, es una narración es tan fría y carente de sentimiento que no me transmitió nada, salvo que tenía que tener una memoria fotográfica para acordarse de tantísimos detalles de cosas tan lejanas en el tiempo, porque se supone que escribía sus memorias en la vejez.

En definitiva, me he tenido que obligar a terminarlo, y eso echándole una grandísima fuerza de voluntad. Una pena, porque, planteada de otra forma, la historia de esa mujer bien vale una novela.

Déborah F. Muñoz