Lengua dormida

Título: Lengua dormida
Título Original: (Lengua dormida, 2023)
Autor: Franco Félix
Editorial:
Sexto Piso
Colección: Narrativa Sexto Piso
Copyright:
© 2022, Franco Félix
© 2023, Editorial Sexto Piso, S.A. de C.V.
ISBN: 9788419261564
Tapa: Blanda
Etiquetas: familia autobiográfica humor duelo muerte misterio narrativa literatura mexicana México novela accidentes hospitales madres e hijos autoficción pérdida
Nº de páginas: 247
Argumento:
Ana María, madre del narrador de "Lengua dormida", pasó los últimos años de su vida entrando y saliendo del hospital a causa de una caída, un accidente doméstico aparentemente intrascendente que terminaría resultando fatídico. El narrador, que no deja de ser un mero testigo del declive de su figura materna, emprende entonces un proyecto literario con el que intenta retratar a su madre en distintos momentos de su vida. Tras su muerte, poco a poco se irá desvelando la biografía secreta de la madre, en especial su vida anterior en Ciudad de México, donde tuvo un marido y cuatro hijos, a quienes abandonó para escapar hacia Hermosillo, donde formaría una nueva familia en sustitución de la anterior.
Franco Félix, uno de los novelistas mexicanos más originales del presente, ha escrito una divertida y complicada narración que, sin caer en la solemnidad que impone habitualmente el tema, gira en torno a la orfandad y a la pérdida.
Opinión:
No es común encontrar en la literatura contemporánea propuestas originales y novedosas sin tener que recurrir a géneros de ficción. "Lengua dormida", que puede leerse como una novela, pero tiene también mucho de confesión, de cuaderno de notas y de autobiografía, es un magnífico ejemplo de cómo algunos de los temas más explotados por la no ficción aún pueden abordarse desde perspectivas novedosas, aportando incluso tonos inusitados y recursos inesperados que sorprenderán al lector. El pretexto de la novela, tal y como lo plantea Franco Félix a lo largo de las páginas, es de una gran sencillez: Ana María, madre del narrador, sufre una aparatosa caída en casa y, como consecuencia, habrá de realizar recurrentes visitas a los médicos hasta el final de sus días. A la luz de este argumento, cualquiera podría esperar una suerte de homenaje necrológico, o una escritura solemne y profunda en torno al duelo y a la pérdida de un familiar, o quizá una kafkiana carta a la madre, a modo de ajuste de cuentas. Pero no hay nada de ello en "Lengua dormida" o, si lo hay, está perfectamente escondido tras un velo de humor y despreocupación que nos hace olvidar que estamos ante una obra que trata de forma directa el tema de la muerte.
De hecho, y pese a que en la primera página ya se nos enfrenta ante el recuerdo de la madre muerta, es inevitable mantener durante toda la lectura una pasión por el personaje de Ana María. Lejos de convertir la obra en un panegírico, Franco Félix aviva la llama de sus recuerdos en una concatenación de estampas familiares, de indudable factura humorística, con las que la figura de su madre parece mantenerse en vida a lo largo de toda la novela. Así, su aparición como una especie de fantasma -o zombie, según palabras del autor- en las primeras páginas del libro anticipa su vívida presencia a lo largo del relato, unas veces como personaje de palabra hilarante, como catalizadora de carcajadas, y otras veces como la sombra de lo que fue en vida. A ello contribuyen también las apariciones del padre, que en algunos capítulos aporta ingeniosas respuestas a unos diálogos con su mujer que son todo un hito de la literatura cómica. Asimismo, a lo largo de la obra aparecen también una serie de personajes que operan de forma colectiva: las "clepsidras", vecinas y compañeras de la madre que, de alguna forma, configuran el decorado en el que se mueve la mujer en Hermosillo.
Porque, si "Lengua dormida" sorprende al lector, no se debe únicamente a su excelente manejo del humor, sino también al recurso del misterio y a la dosificación de la información. No me refiero solo a la enfermedad de Ana María y su lento declive, que se nos describe de forma desordenada y fragmentaria, sino también a la historia de su vida. Uno de los aspectos más interesantes de la novela es, de hecho, el descubrimiento por parte del narrador de una vida secreta de su madre: su experiencia anterior en Ciudad de México, donde tuvo un marido y cuatro hijos, y de donde huyó sin darle explicaciones a nadie, solo llevándose a su hija. De esta forma, la historia de Ana María se nos presentará también de forma escindida, de tal modo que el lector, en un proceso simultáneo al que lleva a cabo el narrador, deberá reconstruir el orden cronológico de los hechos y la causalidad de los mismos.
"Lengua dormida" propone, por lo tanto, un juego narrativo ambicioso que requiere de un lector activo, atento a los detalles y dispuesto a disfrutar con el humor y las licencias que Franco Félix se permite en su escritura.
Darío Luque
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