Lazos de sangre

Opinión:

En las primeras páginas, su prólogo nos sitúa en Egipto del año 1990 sabiendo de una maldición. La trama comienza en tierras escocesas en el 2013.

"Lazos de sangre", aunque es un libro autoconclusivo, es el primer volumen de lo que promete ser una saga policíaca y suspense ambientada en Escocia. Lo primero que voy a destacar será su forma escrita. Adriá Guxens rompe el estilo ecléctico habitual de la novela policíaca clásica con un enfoque intenso en una sola narrativa para cada personaje. Aunque todo se relata desde un narrador, utilizará a cada uno de ellos, no sólo queriendo que los conozcamos mejor mientras se van desarrollando otros acontecimientos, si no usándolo a su vez, dándole a sus protagonistas el lugar que les corresponde. Su fondo se parece a una vidriera, cada parte está segmentada y es individual, sin embargo, se conectan creando una historia unificada más poderosa.

Vamos a leer gran variedad de personajes interesantes al mismo tiempo que el autor nos sumerge en el paisaje gélido y árido de Escocia. Tan hermoso como inhóspito, los lectores sentirán el frío de esta tierra lejana hundirse en sus propios huesos a medida que avanza la historia.

Sus protagonistas, en menor o mayor medida, tienen su momento en este libro de suspense, siendo las mujeres las que lleven el mayor peso en este tejido de odios y venganzas. Habiendo un detective, la investigación se desvía de lo habitual al establecer a una investigadora  principal poco común, incluso original, dándole con eso un enfoque interesante pero no muy creíble.

Empezará con el crimen del dueño de la mansión y su extraña muerte acompañada de cierta carta de un tarot especial egipcio en la mano. No será el único asesinado.

Adriá lo escribió de forma muy simple, apenas hay descripciones de cada muerte, manchas de sangre, tez pálida y poco más. Nos cuenta sobre una saga familiar con sus secretos, envidias y odios, hasta dónde se llega para obtener lo que se desea. Encontré una narrativa que buscaba, el suspense dentro de un lenguaje tranquilo sin apenas sobresaltos. Siendo los personajes los propios miembros de la familia junto al servicio de la casa, entendemos que el asesino no puede estar demasiado lejos. Para mí esto le quitó misterio, Adriá, consciente de este detalle, mueve a sus detectives fuera de la mansión en busca de otras pistas, no teniéndonos siempre dentro de esas paredes, cosa que se agradece.

Sabremos del asesino, tocará averiguar el modo en que los investigadores llegan a la conclusión que nosotros conocemos o creemos saber, ya que hay una sorpresa mayor. Es una novela que cumple con el propósito de entretener, creo que hubiera funcionado mejor no sabiendo el lector tantos datos. Destacar la rapidez en que se mueven los crímenes, para ser de la misma familia o del entorno, no hay duelo, sentí que faltaban sentimientos y pesar en cada muerte. En cambio, me gustó la originalidad de la fiesta de máscaras y esa misteriosa sombra de una maldición que siempre quedaba en el aire.

Se lee en una tarde, es entretenido, pero estoy convencida que hubiera podido ser mucho mejor. Lo tenía todo, buen ambiente, personajes aceptables, pero las muertes sin apenas detalles ni sufrimiento, una familia en la que cada uno parece tener motivos, bien podría nuestro autor haber mantenido la intriga en bastantes más capítulos, arrebatándole esa emoción de un principio muy prometedor.

Aun así, se deja leer, destacando ese atrevimiento del autor rompiendo los esquemas tópicos de los libros de suspense, narrando su historia desde un único punto de vista. Siendo la primera novela publicada de Adriá Guxens le doy mi aprobado.

Violeta Lila