Las chicas están bien

Opinión:

La italiana Ilaria Bernardini, además de colaborar con la prensa, televisión y cine, es escritora de relatos y novelas. Fue nominada al premio Strega en 2018 con "La botánica de los sentimientos". "Las chicas están bien" es su nueva novela, basada en su novela "Corpo Libero", que posteriormente se transformó en un reality show de culto.

La prosa de Ilaria Bernardini es muy intensa, ya que trata con mucho tacto, suavidad y contundencia temas un tanto escabrosos como pueden ser los abusos o el suicidio. A pesar de la dureza, es una lectura muy amena de leer y de las que entretienen.

Con "Las chicas están bien", Ilaria Bernardini muestra la realidad tras ciertos deportes de élite como puede ser en este caso la gimnasia artística. No es la primera vez, en mi caso, que leo algo similar, incluso en otros ámbitos como el ballet, como por ejemplo la gran exigencia que se pide a las niñas o la dureza de los entrenamientos. Pero en esta ocasión, la autora ha ido un paso más allá, mostrando también la repercusión psicológica que tiene en las niñas.

Las protagonistas principales son Martina, Carla y Nadia. Cada una de ellas tiene un carácter muy marcado y diferente entre sí. Aunque desde bien pequeñas se les enseña que todo es por el bien del equipo, y que lo que le pasa a una afecta a todas, la realidad es muy diferente. Entre ellas nace una rivalidad e incluso crueldad que me han puesto los pelos de punta en más de un momento. Sobre todo Carla, que no duda en meterse con los equipos rivales e incluso con sus propias compañeras y menospreciarlas. En el caso de Martina, tiene un TOC con el número dos, que conforme avanza la novela también empeora.

Realmente todo ello es provocado por la gimnasia: el sueño de todas ellas, pero también su pesadilla. Cada una de una manera diferente se ha refugiado en algo, o creado una fachada tras la que esconder la realidad de su día a día, de las competiciones y los abusos.

Me ha sorprendido mucho, cómo siendo tan pequeñas, hablan con tanta frialdad de la muerte o incluso del suicidio de otra gimnasta. Pero también la actitud del entorno, no solo en el ámbito profesional de la gimnasia, si no en el familiar. A pesar de que las niñas lo contaban, los padres no lo querían ver, ya que en muchos casos, la gimnasia era la solución para la falta de tiempo en la crianza de la hija, para la alimentación, la educación o incluso para la falta de dinero.

Todas ellas viven por y para la gimnasia. Su obsesión es la puntuación en las competiciones, y superar ese pequeño miedo de tener un fallo y que sea el final de su carrera, e incluso de su vida. Pero la obsesión no es sana, y más cuando hay una gimnasta rival mejor que tú. En este aspecto, Ilaria Bernardini ha creado un pequeño thriller en el que mostrar hasta dónde es capaz de llegar el ser humano por ganar, incluso aunque sean solo unas niñas.

"Las chicas están bien" es una historia dura, pero con una base contundente que se puede apreciar en los "Agradecimientos".

María Criado