Lágrimas de cocodrilo

Opinión:

"Lágrimas de cocodrilo" es el título en España de esta novela de Mercedes Rosende, que retoma sus protagonistas de la anterior, "Mujer equivocada"; ambas han sido publicadas por la editorial Alrevés.

Algo que puede chocar un tanto al público español es el lenguaje propio de Mercedes Rosende, cuya expresión netamente uruguaya puede resultar ajena al principio, aunque, a medida que van pasando cosas, se le pilla el toque personal y se entra con facilidad en lo que va ocurriendo.

Por otra parte, su estilo de narración tiende a mostrar los recovecos de los personajes, con atención a su comportamiento y manera de ser, mientras cuenta, durante la mayor parte de la novela, los hechos y sus actividades en un presente continuo, que se llega a sentir como si se viese la escena en directo, como si el propio lector estuviese allí, incluso participando, aunque habrá veces que se tendría que apartar un poco, que no es plan de encontrarse de lleno en la balasera, que hasta un lanzagranadas se les ocurre utilizar.

Cabe destacar que si en la primera parte, los capítulos siguen una numeración, en la segunda están marcados por la hora y el minuto en que empiezan, ocupando una hora y media de tiempo, que es lo que transcurre durante lo que se podría denominar como segundo acto. Después llega una tercera parte, a modo de epílogo, en la que los personajes implicados se expresan directamente, sea por sí mismos o refiriéndose a otro.

Otro aspecto de la narración es que las fases de diálogo, que las hay cuando son necesarias, se alternan con las prolijas descripciones de lo que hacen los personajes, pasando de uno a otro cuando hay varios repartidos por la escena, aportando los detalles que permitan hacerse una composición adecuada del lugar, de sus posiciones y de las acciones que realizan.

Por lo demás, el equívoco que dio pie a la primera entrega, mantiene su vigencia en esta segunda durante buena parte de la historia; para unos personajes por más tiempo que para otros, que incluso Germán tarda en estar al caso de con quién está tratando, aunque por fin sabrá del error que cometió, gracias al cual, en cierta manera, es que ahora esté en la calle y no en la cárcel.

Además de Úrsula y Germán, protagonistas de la serie, aunque algunas veces sea a su pesar, hay otros personajes, al menos en esta entrega, que les van dando réplica mientras van en pos de sus propios propósitos (iba a escribir despropósitos, que también da el pego), que muchas veces serán turbios o, directamente, delictivos, pero en este mundo que presenta la autora, las leyes son un tanto elásticas, según hacia quién apunten.

Así como me ha parecido, "Lágrimas de cocodrilo" es una muy buena novela de género negro, donde cada personaje mira en su propio beneficio, con una historia que resulta en una lectura muy atractiva y con un final adecuado a su desarrollo.

Selin