Lady Macbeth

Opinión:

Se vende "Lady Macbeth" como un retelling feminista de "Macbeth" desde el punto de vista de esa villana. La Lady Macbeth de Shakespeare es un personaje muy potente, que maneja los hilos de su esposo desde el primer momento; es la que mueve sus actos. Aquí no he encontrado nada de eso e incluso llegué a pensar que los años que han pasado desde que leí la obra habían enturbiado mis recuerdos de ese personaje. Pero no, releído "Macbeth", debo decir que, simplemente, "Lady Macbeth" no es un retelling.

Asumido esto, que en vez de a una villana empoderada con un objetivo muy claro tenemos a una adolescente apocada vendida en matrimonio a un esposo extranjero que no va a tratarla con delicadeza en su noche de bodas, podemos continuar con la lectura. Ella no arrastra a su marido, su marido la arrastra a ella. La ambición de Roscile es sobrevivir. Se acepta la premisa.

Roscile se encuentra en un castillo repleto de hombres brutales, salvajes y sedientos de sangre (hagamos la vista gorda a la visión tan negativa que da la autora sobre los escoceses en su conjunto). No hay más mujeres en las que pueda apoyarse (la ausencia de mujeres, incluso de criadas, rechina un poco, pero la aceptamos por el bien de la trama), salvo que contemos a las tres brujas encadenadas en el sótano. Sabe que no tiene valor más allá de su belleza y su supuesta brujería, lo cual es una buena situación de inicio.

La gracia está en que tiene que tirar de ingenio y, a veces, de su limitado poder (porque sí, al principio se sugiere que la fantasía no es real, pero luego sí que lo es) para intentar retrasar la violación de su noche de bodas y salir airosa de su situación.

El problema, creo, es que Ava Reid se empeñó en convertir a su protagonista en víctima y en dar la vuelta al personaje de Shakespeare para demostrar que su ambición y sus actos no eran porque fuera mala, egoísta o ambiciosa, sino porque era una mujer inocente tratando de sobrevivir. El feminismo no se ve más allá del "qué malos los hombres, pobrecitas las mujeres".

Así pues, las pocas buenas ideas que tiene al principio acaban volviéndose en su contra. Y de repente deja de tener buenas ideas, porque su confianza en lo astuta que es la llevará a cometer errores fatales que la llevan de una posición más o menos buena a otra de completa inferioridad e impotencia.

Aparece, también un interés amoroso fuera del matrimonio que viene con sorpresa y produce un pequeño giro de guion que en principio tenía bastante potencial, pero que reconduce la historia por caminos predecibles. Así pues, debo decir que, aunque tiene elementos con potencial, al final mi sensación fue de fiasco.

Déborah F. Muñoz