Laberinto, la variable independiente

Opinión:

"Laberinto, la variable independiente" es el nuevo título de la autora patria Rosa Garrido, amante del misterio y el terror. En 2020 publicó su primera novela, el thriller sobrenatural "La habitación de Minerva".

Antes de ponerme en la reseña quiero alabar a su autora. Leí y reseñé su primer libro, sabe moverse en el terror. Pero una escritora siempre tiene que mejorar, su siguiente libro debe verse alguna evolución en su escritura y aquí la hay. Escribe mucho mejor, cuida los detalles, los diálogos, el lector hallará una escritura más cuidada.

En esta ocasión, vamos a leer  una historia cruda, porque Rosa nos lleva aquellos secretos que nunca desvelamos, a las tragedias que sus personajes dejaron en el pasado creyendo que quedarían en el olvido, junto a un laberinto vegetal vivo, haciéndoles recordar lo peor de ellos mismos, un sitio que juega con sus visitantes, que les niega la salida...

Lo primero que debo destacar fue la sorpresa de encontrar cuatro ancianos en los personajes principales. No es algo común, normalmente esta clase de tramas son de gente joven protagonizando el misterio, pero aquí el único adolescente será el nieto de una de las parejas. La autora acertó de lleno, tenía sentido que fueran de la tercera edad, ellos han vivido más, tienen más culpas que guardar.

Como ya dije anteriormente, cuatro de sus protagonistas son personas mayores: Martín y su mujer Silvia, tienen un nieto llamado David, viaja con sus abuelos y sus tíos abuelos, Abel, hermano de Martín, y su mujer Bárbara. Han llegado a un hostal olvidado en la España profunda, es uno de esos pueblos que se van vaciando. El ventero es Nicolás, un hombre sádico, que cuando descubrió lo que el laberinto vegetal era capaz de hacer, se puso a su disposición para darle víctimas. Instaló monitores por casi todo el laberinto y disfruta, incluso siente placer, viéndolos sufrir, ahora el dolor ajeno es parte de su vida.

Luego conoceréis a Gabriel, "amigo" de Nicolás, que también guarda sus propias miserias, aunque tiene un plan... No se me olvida el perro Kao, muy importante en la historia

Vale, estaréis preguntando ¿si no se puede salir de qué forma el ventero siniestro puso cámaras y salió? Eso lo iréis sabiendo, Nicolás irá narrando... ¿acaso el ventero y el laberinto están conectados?

Un laberinto de desesperación, de agobio, de personas viviendo el aterrador presente y su pasado. Un lugar que ofrece dolor físico y psicológico. Dos ancianos que antes recomponían muertos... dos mujeres que callan verdades terribles.

Sí, vais a leer escenarios de puro horror, más allá del hambre, la sed, el cansancio, sus heridas físicas, están las lágrimas de sangre, apariciones de ultratumba, estatuas que cobran vida, el sauce llorón de una suicida, rosales que matan...

Dicen que un buen libro de terror debe crear un miedo absoluto, donde las sensaciones tienen que ser muy fuertes para que sobresalten al lector. Puedo deciros sin rasgarme las vestiduras que este libro las cumple.

Viajamos a varios pasados que regresan tomando venganza. El ventero disfruta sabiendo que van a morir, nunca el laberinto dejó escapar a nadie con vida, pero ¿hay una forma de salir? ¿y si la clave de todo estuviera en...? Ah, tranquilo, amigo lector, no te lo voy a decir.

¿El final? Tremendo.

Bienvenidos al Laberinto: «La entrada es gratis, la salida, no. Atrévanse, vivirán emociones inimaginables. Apto para todos los públicos».

Estoy enormemente sorprendida con esta novela.

Violeta Lila