La undécima plaga

Opinión:

La primera parte de la novela se centra en presentarnos a una serie de personajes con distintas preocupaciones que van tejiendo una telaraña de grandes dimensiones. Si establecemos el centro de la misma en los hechos más antiguos tendremos que esperar hasta conocer los relatos que aparecen entre medias de los que suceden en la actualidad. En ellos nos situaremos al final del siglo XIII para asistir a los últimos momentos de la Orden de los Caballeros Templarios en Oriente y conocer qué fue de los tesoros que habían acumulado y cuál su destino mediante una subtrama de aventura histórica. Unos episodios que presumiblemente habrán de conectar en algún punto con la trama principal.

Aunque Daniel Cormack es el protagonista, este tarda en tomar el control de la novela y deja que sean otros quienes vayan desplegando diferentes relatos con sus intrigas correspondientes: el agente Alan Cass, quien es destinado a Sevilla para realizar una investigación bajo el disfraz de experto en arte, con lo que he tenido la ocasión de conocer una serie de datos tanto arquitectónicos como históricos; o la manera en la que Brianna Cormack se va involucrando en un viaje a Canadá junto a dos compañeros de Biología.

Ambos nos regalan varios episodios de intriga que terminan con una buena dosis de acción, persecuciones, asesinatos, secuestros y explosiones con las que da comienzo la novela de espías en la que los Servicios Secretos de todo el mundo investigan el origen de la pandemia del coronavirus conocida como la Covid-19.

A partir de aquí entramos en el terreno de las especulaciones, en algo que hubiésemos tachado de ciencia ficción de no ser cierto, en un documento que va desgranando de principio a fin el contagio masivo y cada uno de los males que asolaron el planeta durante algo más de tres años.

En el desenlace se vive un thriller de espías en el que aparecen varios personajes que en un principio habían acudido a otras misiones, como Julia O´Neill, agente de la CIA, quien es destinada a China, concretamente a Wuhan, para introducirse en el centro neurálgico de las sospechas de la implicación china en la pandemia.

J .F. Creagh habla de muchas cosas y consigue que todo se conecte de alguna manera, siendo necesario dejar volar la imaginación y ser un lector de mente abierta ante la inestabilidad provocada por la amenaza de las armas modernas o ese runrún incesante de que se acerca otra guerra mundial.

Una novela trepidante que no te dejará indiferente.

Porlomenix