La quietud

Opinión:

"La quietud" es una novela de Melisa Corbetto que ha sido publicada por el sello editorial Minotauro dentro de su colección Laberinto.

Con varias historias interrelacionadas, diría que es una novela fragmentaria, con diferentes capas que se superponen, desde la protagonista en el nivel superior que se torna en una especie de narradora de los niveles inferiores, como historias que han salido de ella.

Así la construcción de cada fragmento tiene un estilo propio, alguno más lineal y que se me hace más cercano, razón por la cual escogí leer este libro, que si me hubiera encontrado con algún otro, que me daba idea de surrealismo, tal vez hubiese sentido rechazo.

Al menos, Melisa Corbetto no deja indiferente, pues tanto te colocas a su lado, en la complicidad de saborear la historia que te presenta, como piensas que no tienes claro lo que te está contando, ni siquiera si hay algo ahí.

Lo que sí es seguro que resultará en cierta sorpresa es la composición que hace en todo momento del léxico y de la sintaxis, mostrando un claro deje argentino, de tipo serio, eso también, que tan se deja leer, como obliga a un esfuerzo de comprensión, porque la estructura de las frases es la propia de su lengua.

Que sí, que se entiende todo, incluso habrá expresiones que dejarán de sorprender pasadas las páginas por la reiteración de algunos lugares comunes, que no por resultar habituales en este libro, podría llegar a utilizar en mi expresión, pues no hay manera de que me salga de forma natural; que algo se pegará, que de seguro que se nota en lo que escribo, pero las más veces se quedarán ahí sin más recorrido.

Respecto a esas historias que componen el libro, la parte de la protagonista va deambulando entre su maltratada psique y la realidad de un regreso a esa pueblada que forma parte de ella misma desde la infancia y donde toca volver de nuevo, sea para participar de las costumbres ancestrales de sus habitantes o para despedir a quien se está yendo al final de su vida. Entre medio, la culpa del síndrome de la impostora, pues hay veces que su entendimiento no concibe lo capaz que pueda ser.

Las otras son en las que me he perdido a ratos, con algún sobresalto cuando cambia, a mitad de narración, el nombre de un personaje, que no queda claro si el cambio es una errata al final o lo fue al principio; o tampoco, que el lío venía de la falta de comprensión por mi parte.

Sea como sea, "La quietud" resulta un libro interesante, que muestra unas realidades diferentes, que empiezan en esa portada de Santiago Caruso, que abre con propiedad el espacio para que las palabras de Melisa Corbetto puedan lucir y oscurecer a la vez.

Selin