La llave de las estrellas

Opinión:

"La llave de las estrellas" es la nueva novela de Marta Quintín.

Marta Quintín ha trabajado como periodista en la Agencia EFE y en la Cadena SER y es columnista habitual en El Periódico de Aragón. Supo que quería ser escritora desde pequeña. Desde que con tan solo cuatro años les contó una historia de libre elección a sus compañeros. Desde entonces ha escrito varias novelas y ha ganado varias veces el premio Tomás Seral y Casas de relato corto. Además, en el 2019 fue ganadora del Premio València Nova Alfons el Magnànim de Narrativa en castellano.

Creo que la reseña de "La llave de las estrellas" es de las más complicadas que he realizado. Su lectura me ha dejado un sabor bastante agridulce, tanto por el estilo usado en la narración como por la trama de la historia.

"La llave de las estrellas" contiene dos historias paralelas respecto a la narración, pero separadas por 500 años.

Comenzamos conociendo a Rebeca quien, tras el fallecimiento repentino de su abuela y sin nada que le ate en Grecia, decide embarcarse en un viaje a un pequeño pueblo en Zaragoza en busca de sus orígenes. Todo se inicia con una extraña llave que encontró en casa de su abuela cuando era pequeña.

Según avanzamos en la historia de Rebeca, la autora da a conocer a Vida, que vivió en ese mismo pueblo 500 años antes. Todo apunta a que Vida es la antepasada de Rebeca y aquí comienza el misterio, saber qué ocurrió para que se marcharan a Grecia y qué les une.

Lo cierto es que la historia del pasado me ha gustado muchísimo más, siendo realistas, es la única que tenía ganas de leer. La vida de Vida está marcada por ser judía y por la relación que empieza a tener con Leo, una niña cristiana de su misma edad. Parece que la mala estrella persigue a Vida a lo largo de los años, ya que cuando parece que encuentra la paz y la felicidad, se le escurre de nuevo entre los dedos. La historia está muy bien construida y ambientada, se nota que la autora se ha documentado.

Por otro lado, el presente, de la mano de Rebeca, me ha dejado un tanto fría. Al haber transcurrido tantos años y sin ninguna pista, el avance para averiguar algo de sus antepasados queda muy de lado. Es más, lo poco que descubre son meras elucubraciones y al final lo que descubren de la llave, como se comprueba con la parte del pasado, no es del todo correcto. Sí, está unido a su pasado, pero con detalles especiales. Se centra más que nada en los sentimientos de Rebeca, la búsqueda de su sitio y la pequeña historia de amor que comienza.

Lo cierto es que no he conectado con ningún personaje de "La llave de las estrellas" y se debe a la manera de narrar que la autora ha usado.

Incluso para la época del pasado, el vocabulario usado queda muy recargado y lleno de descripciones con un poco sinsentido, llenas de adjetivos y palabras rimbombantes. Para el presente, que se sitúa en el 2012, ocurre lo mismo. Incluso la manera de hablar de los personajes está un poco fuera de lugar, y la voz narradora sigue la misma línea que la del pasado. La narración no es fluida, queda en ocasiones muy ostentosa, como que se ha querido incluir ciertas palabras con calzador o buscando los sinónimos más enrevesados posibles.

Lo que más me ha gustado, y con ello me quedo, es el mensaje que transmite la autora con la historia. La idea de una mujer fuerte, que se cae y se levanta a pesar de las dificultades y de las trabas que la sociedad le ha puesto solo por ser judía, igual que a otros muchos a lo largo de los años. De igual manera, tanto en la etapa de Vida como en la actualidad con Rebeca, la autora destaca la importancia de encontrar nuestra casa en cualquier sitio, ya que una casa no son solo cuatro paredes, o un lugar, sino mucho más.

Vane Gómez