La llamada de la estepa

Opinión:

"La llamada de la estepa" es un libro muy bien documentado sobre la conquista de Siberia por parte de los rusos que tuvo mucho que ver con los intereses comerciales de los poderosos y mucho más que ver con la huida de campesinos que vivían en la miseria en busca de una vida mejor en la frontera. Acompañan al texto principal una cronología, un glosario y un índice de personajes que ayudan al lector a no perderse, ya que hay muchos términos y personajes.

Conocemos lo que ocurrió y los distintos hitos de la conquista, con sus consiguientes avances en la frontera, a través de la narración en primera persona del anciano Íñigo, el hijo de un artillero que sirve forzosamente a una poderosa familia de comerciantes que posee la concesión de esas tierras, los Stroganov. Su ánimo explorador le lleva a acompañar a su padre y, después, tras ser liberado, sigue siendo un emprendedor que se mueve en la frontera como pez en el agua, conociendo a los nativos y sus idiomas.

El problema es que el ritmo resulta muy irregular, con innumerables descripciones geográficas, entresijos políticos y movimientos de los colonizadores que no son del todo relevantes para la escasa historia que encuentran los lectores, aunque sí para el objetivo de la narración, ya que es una entrevista que le hacen los hombres del zar para conocer de primera mano los hechos de la conquista de Siberia.

La trama en sí es la de un hombre emprendedor obsesionado con alcanzar América desde Siberia, por lo que lidera los avances gracias al servicio postal que monta y a los innumerables mapas y documentos que consulta gracias a una de los Stroganov, Gyda, una mujer que no acaba de encajar en su contexto histórico y en la que Íñigo también tiene un interés romántico.

Esta relación desigual entre ambos no acaba de resultar creíble ni por su comportamiento público ni por el privado, además de dar pie a algunos giros de trama que tampoco tienen mucho sentido, a pesar de lo cual añaden algo de emoción a la narración. Apenas llegamos a conocer en profundidad al resto de personajes, que podrían haber amenizado algo la trama.

En definitiva, es una novela en la que el punto fuerte es especialmente la documentación, aunque los personajes y, sobre todo, la trama romántica, no acaban de ser creíbles.

Déborah F. Muñoz