La Librería de la Esperanza

Opinión:

Aunque se pueden leer de forma independiente, "La librería de la esperanza" continúa con la historia de Loveday y su librería, que comenzó en la maravillosa novela "La vida escondida entre los libros". Como en la novela anterior, Stephanie Butland transmite un gran amor por los libros y, con todo el tema de la farmacia de libros, nos sentimos como si tuviéramos un amigo que nos recomienda lecturas para cada ocasión.

El libro tiene capítulos de todo tipo: algunos son de presente y se centran en algún personaje, normalmente los principales como Loveday, Kelly o la pareja de ancianos, pero también otros secundarios que están en una situación en la que los libros pueden ayudarles. Dado el contexto de pandemia en el que se desarrolla el libro, es de esperar que algunas historias te rompan el corazón, pero hay algunas sorpresas y giros inesperados, y en algunas partes un toque más ligero.

También hay otros capítulos con flashbacks al pasado, sobre todo los que narran la preciosa relación de toda una vida de Rosemary y George; y a veces encontramos capítulos con las cartas de algunos clientes y las recomendaciones que realiza Loveday. Intercalados, además, hay algunos incisos de la propia narradora hablando sobre los libros y la experiencia lectora, con los que cualquier amante de los libros se sentiría identificado.

Con toda esta combinación, tenemos la trama principal de la librería saliendo a flote e intentando recuperar su refugio de lectura, pero también subtramas largas como la relación de Kelly con un hombre que parece ser el adecuado y que no entiende por qué la adolescente a la que ha contratado Loveday le tiene manía, la mujer maltratada que ha logrado escapar de su situación y ha buscado refugio en los libros o la bonita historia del matrimonio de jubilados Rosemary y George. Aparte, por supuesto, de subtramas más cortas de los distintos clientes, todas conectadas con la librería.

Los personajes me parecieron únicos y especiales, además de mantenerme enganchada en todo momento y haberme quedado con una buena lista de recomendaciones para engrosar mi ya demasiado larga lista de lecturas pendientes. Por todo ello, no puedo más que recomendar esta preciosa novela, que al igual que su predecesora, pero por distintos motivos, ha conseguido cautivarme.

Déborah F. Muñoz