La ley del más hombre

Opinión:

Una mujer en un mundo de hombres que elige una carrera competitiva que exige muchos sacrificios. Así dicho, puede sonar a más de lo mismo que otras historias, pero la verdad es que esta tiene mucho encanto.

De entrada, no se idealiza ni se victimiza a Alex en ningún momento. Al principio es bastante inocente, sí, como cualquier joven que acaba de terminar sus estudios y se encuentra de golpe con el mundo real. Poco a poco el trabajo va absorbiéndola hasta que prácticamente vive en él (de hecho, muchas veces duerme allí) pero hay un matiz importante: a ella le encanta lo que hace. De hecho, se mete en el departamento más competitivo porque ella misma es competitiva y ambiciosa, además de que le encanta el reto.

Por otro lado, francamente, como lectora, desde el primer momento me pregunté qué diablos hacía con su pareja, así que no me extrañó que prefiriera echar cada vez más horas e irse de juerga con clientes y compañeros de trabajo. Vamos, que no es "El diablo viste de Prada", como se lee en algunos sitios. Es un arco argumental totalmente diferente, pero no por ello menos bueno.

Alex sabe dónde se mete y le encanta estar metida allí. Comete errores, claro, pero toma las riendas de forma brillante. Y nosotros, los lectores, la acompañamos en un extraordinario arco de desarrollo (desarrollo que también percibimos en el resto de personajes) a lo largo de sus primeros meses en el bufete.

Luego está la parte más reivindicativa y feminista. Aquí sí que te sientes frustrada por empatía hacia la protagonista, ya que el trato que recibe como mujer es un asco. Al principio son pequeñas cosas, pequeños detalles pero, cuanto más se mete en el mundillo, más se cruza la línea en cuanto a comportamientos machistas. Y con la combinación de poder, sexo, ambición y drogas que se va viendo, solo puede ir a peor. Se intuye un poco toda esta parte, pero la forma en que se resolvió me gustó mucho.

Además, está escrito de forma muy amena, explicando algunos términos legales para no sacarte de contexto pero sin llegar a aburrirte. La historia tiene buen ritmo y la lectura es de lo más entretenida, así que sin duda lo recomiendo.

Déborah F. Muñoz