La invasión del pueblo del espíritu

Opinión:

Juan Pablo Villalobos ofrece una las voces literarias más singulares del actual panorama narrativo, proponiendo rutas literarias nada convencionales.

Sus giros, enfoques, digresiones, sus guiños culturales, su forma de narrar, en suma, es un aporte de novedad creativa entre tanto escritor convencional con dudoso valor literario.

Con una interesante capacidad narrativa para exprimir una situación para nada extraordinaria, que consigue convertir en una atracción irresistible para el lector, más interesado en la propuesta con la que el autor sorprende a cada página que los sucesos que puedan sobrevenir durante la lectura del relato.

Sin duda es literatura de altos vuelos, porque se sale del guion habitual, ese definido por la urgencia de un fácil vértigo narrativo de acontecimientos sucesivos, que sustituye el protagonismo de la literatura por una eficaz y a la vez plana narración de eventos.

Villalobos devuelve la dignidad a la verdadera literatura, porque en su obra los eventos son la excusa inevitable de la narración, su soporte pero no su verdadera naturaleza.

Una historia poblada de derrotas, desafecciones, decadencias, transformaciones, ubicada en un barrio habitado por una convivencia alterada por la gentrificación, la inmigración y la crisis, que aportan el mar de fondo perfecto para la propuesta de este autor, porque ofrecen el decorado con la justa intensidad para que el lector saboree cada párrafo, cada línea, cada palabra, que se reúnen en una armonía creativa impecable.

Si quieren descubrir un autor original, con una propuesta narrativa propia, distinta, de indudable interés, este es el libro que han de leer. Una obra que sumergirá al lector en ese universo literario que en el futuro habrá que seguir con especial atención, porque seguro que crecerá, en coraje y valor literario, que sorprenderá gratamente a sus lectores.

Pero aquí y ahora, lean esta novela de Villalobos, pero sólo aquellos que gusten de la literatura de la buena, no aquellos que sólo gustan de la sucesión atropellada de eventos impactantes desparramados en un puñado de páginas.

Jorge Riet