La hija de Marx

Opinión:

Clara Obligado recibió el tercer Premio Femenino Lumen en 1996 gracias a esta novela, que ahora se ha reeditado de la mano de la nueva edición del premio, en el que la escritora argentina es jurado.

La protagonista y eje principal de la novela no es en realidad un personaje histórico, sino que especula sobre cómo podría haber sido la vida de una hipotética hija de Marx con una aristócrata rusa para explorar temas como la liberación sexual al margen de la moralidad de la época o la libertad y la independencia de las mujeres.

Además, los convulsos movimientos revolucionarios de entonces, que podrían esperarse muy presentes dado de quién es hija la protagonista, no son el eje central, sino que todo gira en torno a tres generaciones de mujeres que viven su propia revolución a través de sus cuerpos. La autora se inspira así en los conceptos de Virginia Woolf en "Una habitación propia": no se centra en mirar directamente al hombre, sino a las mujeres de su alrededor. Marx, de hecho, apenas aparece y no se ahonda en la relación que llevó a tener una hija con él a Natalia.

La trama gira alrededor de Annushka, la hija de Marx, muy influenciada por la figura de la madre a la que apenas conoció, pero que está muy presente en su educación libertina y en todos los momentos de su vida. También ahondamos en esa madre a través de unas cartas que cuentan su historia y de recuerdos, descubriendo que era lesbiana y que vivió siempre según sus propias reglas. La actitud de Annushka frente al sexo y a la vida, a su vez, influye mucho en su hija Nat y en sus decisiones, que cierran el círculo.

La novela tiene mucho sexo y una alta carga erótica, pero se puede considerar del género o no en función de la tolerancia que tengas a él. Si has leído al Marqués de Sade, por ejemplo, no la considerarás erótica, pero si no has leído nada del género, o has leído cosas muy suaves, te lo parecerá, y mucho. Esto se debe a que, aunque hay escenas eróticas de todo tipo (masturbación, pedofilia, sexo tradicional...), y entre todo tipo de personas (de distintas orientaciones y hasta en grupos), si bien la autora no se recrea en los detalles ni las describe paso a paso. A mí me parece un punto a favor, porque logra un equilibrio entre que se sienta una trama y que haya escenas subidas de tono, y ahondar demasiado en las mismas hubiera diluido la historia y los mensajes que quería trasmitir.

A nivel histórico, está muy bien documentado y ambientado en el mundo de los rusos exiliados. Se nota que Clara Obligado se ha molestado en profundizar en detalles para que todo sea coherente y creíble, consigue trasladarte a otra época. Es, además, un libro repleto de juego literario que resulta delicioso leer, así que es recomendable.

Déborah F. Muñoz