La guerra de las salamandras

Opinión:

"La guerra de las salamandras" se escribió en 1963, y pretendía ser una sátira delirante, y mucho de eso hay. Pero es, sobre todo, al inicio y al final de la novela, donde estos datos son más claros: al inicio es inevitable sonreír, y al final se entiende muy bien adónde quería ir a parar Karel Capek.

Para la época en que se escribió -diría incluso que para estas fechas- es una historia loca, muy loca, que se puede disfrutar por su originalidad. Salamandras muy majas, enormes -lo más similar serían las andrias japonesas, que de tamaño pueden ser prácticamente con un ser humano-, trabajadoras, hábiles como los humanos, que encuentran en la "educación" humana primero una gran oportunidad, y luego un fastidio -ser inteligente, discernir, y ver más posibilidades  supone darse cuenta de que uno igual no es tan libre como se cree, si no más esclavo de lo que podía imaginar-. Y de ahí a empezar una lucha contra los opresores hay un paso.

En cualquier caso, si bien la historia me ha encantado y me ha resultado interesante y entretenida, el método utilizado por Karel Capek no me ha resultado tan atractivo. Hay bastantes partes de la novela que parece que estés leyendo un ensayo. Podríamos titularlo "Salamandras, origen y actualidad". Son muchos los textos que están enfocados de esta forma, intercalando otros más divertidos, aunque personalmente lo he visto muy descompensado. Hay que tener ganas y curiosidad para no abandonar.

Por otro lado como es tamaño bolsillo, si la letra ya es pequeñita, las partes (tipo pie de página que a veces son hasta más divertidas o interesantes que lo anterior) que hacen incisos -en ocasiones muy largos- casi ni se ven. Esto es lo que menos me gustan de ciertas ediciones. Sin problemas si tu vista no tiene dificultades, pero si las tiene esas partes son jodidas de leer.

Así pues, aun siendo una novela, y dando lo que promete (una sátira delirante fantástico scifi), podría considerarse una mezcla de géneros que incluye archivos, artículos, actas, etc dentro de ella. Y curiosamente, como comenté, hay partes de estas más interesantes que la novela, y viceversa.

Como curiosidad y para quienes gustan de leer clásicos del fantástico y la ciencia ficción con cierto calado crítico, "La guerra de las salamandras" debería leerse. Otra cosa es el valor final que le de cada uno. El final, la resolución de cómo acabar con el problema de las salamandras a mí, personalmente, me ha parecido sublime: he ahí la condición humana. Qué listos somos al final los humanos cuando se trata de maldad y estrategia. Claro que habrá quien diga que no hay mal que por bien no venga… 

Hay quien no entiende que no se hiciera tan famosa como "1984" o "Un mundo feliz". Yo sí lo entiendo: la forma narrativa de la novela de Capek, por feroz que fuera con el capitalismo y el humor que usara, es más densa, más antipática a veces (especialmente cuando quieres seguir divirtiéndote y sorprenderte, y pasas a leer lo que parece un ensayo). Quizás sólo fuera eso y no su ingenio, que sin duda era envidiable.

Tengo la costumbre de doblar esquinas de páginas allá donde hay cosas que me han llamando la atención o me han gustado, y "La guerra de las salamandras" tiene bastantes, aunque en este caso se trata más de información a consultar.

Anika Lillo

Foto homenaje: