La gran sequía

Opinión:

"La gran sequía" es una novela del autor canario Alberto Vázquez-Figueroa quien, tan próximo a las costas africanas, nos traslada un amplio conocimiento en las costumbres e idiosincrasia del pueblo de africano, concretamente en este caso, en la práctica ancestral reinante en Mauritania de que, cuanto más pesara una mujer, más probabilidades tenía de encontrar marido y, una vez eso, llevar a una mujer oronda al lado es señal de que el hombre en cuestión era adinerado, ya que podía permitirse el lujo de sobre alimentarla. Costumbre que, casualmente, elige nuevamente como víctima a la mujer mostrando una falta de respeto enorme hacia nosotras. "Solo los que son inferiores necesitan convencerse de que existen otros aún más inferiores. Es una cuestión de relatividad".

Como no podía ser de otra forma, este era el destino que deparaba a Laila, con solo 15 años, nacida en un campamento bereber, nieta de una esclava y un senegalés; su única obligación sería ser gorda y cuanto más mejor en un mercado cada vez más exigente. No se la permitiría saber leer, ¿para qué perder el tiempo? Pero la casualidad hizo que llegara a sus manos evidencias de un mundo más allá del desierto, el viento y la arena de donde vivía, y de mujeres diferentes a ella. Una ventana a un mundo mejor que no se pensaría demasiado en salir a descubrir. Trabajaría duro para borrar la huella del pasado en su cuerpo y parecerse a una persona y no a una bestia destinada a ser vendida al peso. No todo será un camino de rosas y a veces se sentirá fuera de lugar. Pero solo pensar que lo que había dejado atrás era aún peor, le daba ánimos para continuar hasta el final.

Además de salvarse a sí misma, se impondrá la misión de abrir el camino a las que vienen detrás de ella. Un cambio muy radical en el concepto de quiénes eran, y de lo que suponía: desobedecer las enseñanzas de sus antepasados. Se trataba de romper los esquemas de unas criaturas que tendrían miedo de hacerlo, a pesar de que estaban deseando. Y no solo eso, sino tener que aprender los principios más elementales del mundo conocido, lo que resultaba harto difícil, a pesar de ser un mundo en el que se las había negado cualquier derecho. Esto haría que alguna de esas muchachas se planteara si habían tomado la decisión correcta de escapar de sus familias con tal de alcanzar ese "absurdo" sueño que únicamente habían visto en las fotos de una revista. Llegaría el desaliento y haría que alguna no pudiera soportar saltarse esas costumbres tan arraigadas y soportar saber que sus padres abominan de ellas. Habrían perdido la batalla, pero hay gente que no sabe qué hacer con la libertad cuando la obtienen.

En el camino se encontrará con las otras realidades de África; personas que un día también soñaron con un mundo mejor y se quedaron en el camino; se dice que "el mar es tan salado por culpa de las lágrimas de cuantos están a punto de ahogarse"; algunas adorables, otras detestables; gente que querrá aprovecharse de su situación de no tener donde caerse muerta; se refugiará en un poblado senegalés, en reservas de animales salvajes, en poblaciones guardadas por aguerridos militares, vagando de un sitio a otro sin tener un futuro claro y donde en alguno de ellos casi ponen fin a su sueño puesto que su familia habría emprendido su búsqueda de inmediato porque ¿tenían miedo por ella?; ni en sueños…; la actuación de su hija y hermana había traicionado a la familia lo cual era imperdonable, y el ansia de venganza prevalecería sobre cualquier otro sentimiento para lavar su buen nombre, el de sus antepasados, y los de sus descendientes. Su hija se había convertido en un mal ejemplo para millones de mujeres y debían acabar con ello a cualquier precio, tuvieran que hacer lo que fuera para traerla de vuelta a casa, además alentados por tener la ley de su parte. Solo que ellos también serán víctimas de las otras leyes del desierto.

Una novela breve que se enmarca en el género de aventuras y viajes tan característico del autor y con el escenario de África como fue Ébano, o la trilogía Tuareg. Una prosa muy ágil y amena, donde incluye sus reflexiones sociopolíticas que pone frente a frente a la sociedad africana con la explotación del primer mundo, todo ello escondido en falsos Tratados y actuaciones en aras del bien común.

"No se puede predecir hasta dónde puede llegar una persona decidida a alcanzar sus objetivos, aunque estos parezcan fuera de su alcance".

Belén Flores