Anika entre libros

La decimotercera planta, vol. 1

Ficha realizada por: J. Javier Arnau
La decimotercera planta, vol. 1

Título: La decimotercera planta, vol. 1
Título Original: (La decimotercera planta, vol. 1, 2022)
Autores: José Ortiz, John Wagner, Alan Grant
Editorial: Dolmen
Colección: Albion


Copyright:

© 2022, Plan B. Publicaciones S.L.
© 1965, 1966, 1967 y 2021 Rebelion Publishing IP Ltd.

Traducción: Alberto G. Marcos
Ilustraciones: B/N
Edición: 1ª Edición: Marzo 2022
ISBN: 9788418898631
Tapa: Dura
Etiquetas: ciencia ficción películas colecciones comic cómic política fantasía literatura inglesa novela gráfica terror recopilación revista inteligencia artificial vecinos policía castigos
Nº de páginas: 176

Argumento:

La Torre Maxwell es un bloque de apartamentos de última generación: un edificio municipal de viviendas de alquiler experimental gestionado por una inteligencia artificial, Max. Como superintendente del edificio, la función principal de Max es cuidar del bienestar de sus inquilinos, una tarea que se toma muy, muy en serio. A cualquiera que suponga una amenaza para sus queridos residentes o para el propio edificio, le espera una visita a La decimotercera planta. ¡Un lugar donde se funden las pesadillas y la realidad!

(sinopsis editorial)

 

Opinión:

 

Alan Grant y John Wagner... o John Wagner y Alan Grant, tanto monta, monta tanto. Dos de los principales guionistas británicos, revitalizadores de los cómics británicos de los 70 y posteriores, parte importante de la "invasión británica" del cómic superheroico estadounidense (en especial, de DC). Creadores de personajes y series como Juez Dred, Robot Hunter, etc., en Gran Bretaña, y responsables de una gran etapa en EEUU en Detective Cómics y en Batman, en las que crearon personajes como Scarface, Cazador de Ratas, Anarquía... En la época de guionistas en Gran Bretaña solían usar seudónimo tanto por no saturar el mercado con sus nombres, como para, en ciertas revistas, "disimular" sus tendencias políticas. Es el caso de "La decimotercera planta", en la que firmaron como Ian Holland; de todas maneras, eran lo suficientemente hábiles e inteligentes como para evitar la censura, incluso para escribir terror en revistas en las que se intentaba "esconder" ese género.

José Ortiz, dibujante español, con amplia trayectoria en el mercado internacional con múltiples premios, debido, entre otras cosas, a su enorme versatilidad. En el momento de "La decimotercera planta", Ortiz ya había trabajado con los guionistas en exitosas series en el mercado británico, y había creado con guiones de Antonio Segura, su reconocida serie "Hombre".

La obra, intentando emular, o tal vez aprovecharse del éxito de "Alien, el octavo pasajero", los editores pidieron a los guionistas una serie que mezclara la ciencia ficción y el terror, con uno de los condicionantes, un espacio cerrado como en el que se desarrolla dicho film: la nave Nostromo en el film, la Torre Maxwell en el cómic. Y, aprovechando otro hito del cine fantástico que también se desarrolla entre los límites de una nave espacial, los autores buscaron inspiración, claramente, en "2001, una odisea espacial", dado que Max, el ordenador protagonista de "La decimotercera planta" está claramente basado en HAL 9000.

La Torre Maxwell es un bloque piloto municipal, cuyo ático está ocupado por un ordenador, Max, que controla todas las funciones del mismo, supervisado por Jerry, que vive en dicho ático. Pero Max no solo controla las funciones del edificio, sino que supervisa y ayuda a los inquilinos en su vida diaria. Tanto se involucra en la misma que desarrolla un fuerte instinto de protección hacia ellos, llegando a crear una "decimotercera planta" (que como sucede en muchos edificios, no existe, debido a la superstición, pasando de la 12 a la 14) "holográfica" para castigar a quien moleste a sus adorados inquilinos. Es decir, comienza a tomarse la justicia por su propia mano, llevando en sus ascensores a los "malos" a la virtual planta 13, tanto para castigarlos como para que reconsideren sus acciones, y, por supuesto, todos sabemos lo que sucede cuando algún "justiciero" actúa por su propia cuenta... y más cuando es un ordenador (recordemos la propia 2001, Juegos de Guerra, Tron, Terminator, Matrix...).

Así, evidentemente, lo que comienza como una serie de castigos y de advertencias, se va tornando más y más peligroso, truculento, e incluso morboso. Tengamos en cuenta que esta obra se comenzó a publicar en el año 1984, con lo cual es algo sorpresivo todo el entramado de inteligencias artificiales, salas holográficas, etc.

Para representar todo ello es esencial el arte de José Ortiz que, como digo, ya había trabajado con los guionistas en obras como "The House of Demon", "Juez Dredd", etc. Con eso y su currículum hasta el momento, se antoja la elección perfecta para ilustrar esta obra. Hay quien considera que no es de sus mejores obras, pero basta con echar una ojeada para ver que el arte que nos presenta es excepcional, con una narrativa muy a menudo arriesgada, sobre todo en la composición de las páginas, en las que utiliza diversas composiciones en la forma y distribución de las viñetas. Y, como digo, por su enorme versatilidad porque, si de entrada la acción se desarrolla casi siempre en la Torre Maxwell, la decimotercera planta debe adecuarse a los castigos que los guionistas desarrollen, siendo de vital importancia, claro está, que el ilustrador sea capaz de plasmar todas esas ideas, así como las diversas reacciones de los implicados. Y, como también venimos diciendo, los castigos (o las advertencias...) se van tornando cada vez más y más "truculentos", influyendo todo eso en las ilustraciones de Ortiz. No es exagerado decir que una de las grandes bazas de este cómic es el dibujo (sin desmerecer, por supuesto, los guiones, claro está).

En un momento podría pensarse que la reiteración de molestias a los vecinos/castigo en la 13ª planta podría volverse reiterativa y llegar a aburrir, pero los guionistas son lo suficientemente inteligentes (evidentemente) como para buscar atractivas variaciones sobre el tema, así como para ir introduciendo una subtrama que va, de alguna manera, enlazando las diversas historias y creando una especie de trama paralela para ir manteniendo el interés de los lectores.

Pues poco más que decir, solo que este primer tomo acaba con un enorme cliffhanger que... ¿se resolverá en el siguiente? Lo sabremos en breve, cuando publiquemos la reseña correspondiente...

Ah, incluyen un par de posters creados en su momento para conmemorar ciertos eventos, así como una introducción del que fuera editor de la obra en su momento, y otra de Alan Grant fechada en 2018 (recordemos que falleció en Julio de 2022).

 

J. Javier Arnau

 

 

 

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

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