La Dama del Norte

Opinión:

Lo primero que llama la atención de "La Dama del Norte" es que, sin ser una autobiografía, está narrado en primera persona desde el punto de vista de Ana Garrido. Es una elección curiosa por parte de Ulises Bértolo que, si bien se entrevistó con la protagonista, que cumple su segunda condena por tráfico de drogas, también reconoce haber modificado hechos y personajes con fines dramáticos.

No obstante, es un buen recurso para centrarnos en lo esencial, que es la mujer que hay detrás de la delincuente (cómo ha acabado allí y por qué) y no los delitos en sí. Además, permite incorporar también algún capítulo con el punto de vista de las autoridades participantes en la operación Temple.

El libro está estructurado en capítulos bastante cortos en general en los que acompañamos a la protagonista desde su tierna infancia en una familia de mineros que sufre la pobreza y la indefensión ante ciertas injusticias hasta su primera salida de la cárcel en 2013 (actualmente cumple de nuevo condena), pasando por sus días como dependienta de unos grandes almacenes con una mentora muy especial y por sus primeros trapicheos con hachís y luego coca, así como sus ascensos en el escalafón.

Conocer los sucesos que marcaron su carácter y su deseo de no volver a tener carencias ni estar indefensa de nuevo nos ayuda a empatizar con ella y a verla como una mujer normal y corriente que eligió el camino de la delincuencia porque era el que la acercaba más rápido a sus objetivos. Una huida hacia delante constante, perseguida por sus miedos, incluso cuando todo fallaba y cualquiera hubiera tirado la toalla.

El libro puede hacer perder de vista al lector que está cometiendo delitos graves, lo cual queda eclipsado por sus agallas y por la admiración por su carácter. En un mundillo machista como es el del tráfico de drogas, donde las mujeres son poco más de "la amante de" o están en escalafones muy bajos de la organización, ella no se valió de su cuerpo: plantó cara a quien hiciera falta y, a base de tenacidad y de poner su inteligencia al servicio de sus objetivos, llegó a controlar en España buena parte de las entradas de droga.

Hay, además de esa admiración que genera, bastantes partes tensas y repletas de peligro, y además nos metemos en su cabeza y conocemos sus dudas, su lealtad a su familia y su gran determinación. Por todo ello, es una novela muy disfrutable, y que esté basado en una persona real le da más puntos. Así pues, la recomiendo.

Déborah F. Muñoz