La comedora de pecados
Título: La comedora de pecados
Título Original: (Sin Eater, 2020)
Autor: Megan Campisi
Editorial:
Duomo
Colección: Nefelibata
Copyright:
© 2020, Megan Campisi
© 2021, Juanjo Estrella González, de la traducción
© 2021, Antonio Vallardi Editore S.u.r.l., de esta edición
Traducción: Juanjo Estrella GonzálezEdición: 1ª Edición: Mayo 2021
ISBN: 9788417761578
Tapa: Blanda
Etiquetas: novela narrativa misterio crimen asesinatos conspiraciones Inglaterra siglo XVI Renacimiento mujeres vagabundos nobleza clases sociales alimentación muerte tradiciones maldiciones literatura estadounidense Novela negra investigación histórica
Nº de páginas: 390
Argumento:
Como castigo por robar pan, May es obligada a convertirse en comedora de pecados. Las comedoras de pecados, tras la confesión del moribundo, devoran los alimentos relacionados con los pecados confesados y así liberan al moribundo y los asumen como propios. Mujeres malditas a las que no pueden tocar y que no pueden hablar, hacen su trabajo tanto con ricos como con pobres. En su visita a palacio, May se ve envuelta en una conspiración y decide desenmascararla, pero ¿cómo hacerlo, si es invisible para todo el mundo?
Opinión:
"La comedora de pecados" nos traslada a la Inglaterra del siglo XVI, donde había una curiosa tradición (más curioso aún es que no fue breve: estuvo vigente hasta hace un siglo): la de llamar a mujeres para que comieran los pecados de los moribundos y asimilaran sus culpas. Con esta profesión forzada (nadie quería serlo porque asimilaban los pecados de todos y estaban malditas, por lo que su aislamiento era terrible), tenemos una buena base para una gran historia.
Al principio, sin embargo, se hace un poco pesado. Empezamos a conocer a May y vemos lo mucho que sufre al no poder hablar ya, al ser invisible y al tener que comer los pecados de otros. Descubrimos las curiosas equivalencias de alimentos con pecados y nos colamos en las vidas de ricos y pobres cuando llega su final. Al principio fascina, al sumergirnos en un escenario poco explorado, pero no tardó en cansarme un poco.
No obstante, todo cambia cuando, pasadas las cien páginas, ella y su mentora llegan a palacio y encuentran sobre el féretro un alimento que la muerta no había confesado: un corazón de venado. A partir de ahí, la historia comienza a coger ritmo y se convierte en una magistral novela negra. Hay una conspiración en marcha y May está sola ante el peligro, pero no se achanta. De hecho, supera su angustiosa situación y decide utilizar las desventajas de su profesión (ser invisible porque todos se niegan a mirar a una maldita) en beneficio de su investigación para descubrir al culpable.
A lo largo del resto de páginas, vamos montando poco a poco el puzzle de la conspiración y, de paso, May descubre muchas cosas sobre sí misma y sus orígenes, conoce a una serie de personajes estrafalarios que viven al margen de la sociedad y fantasea con un noble que fue amable con ella sin saber quién era.
La verdad es que, salvando ese principio un poco lento, la historia me fue atrapando cada vez más y al final me encontré robándole horas al sueño para conocer toda la verdad sobre la investigación. Además, me gustó mucho la protagonista y su forma de dar la vuelta a la tortilla, así que sin duda lo recomiendo.
Déborah F. Muñoz
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