La chica nueva

Opinión:

Como en todas las novelas de la serie del ahora jefe de la inteligencia israelí, Gabriel Allon, el autor juega con la ficción para poner el punto de atención sobre los últimos acontecimientos del planeta y ofreciendo un análisis bastante creíble del nuevo orden mundial. En esta nueva trama los sucesos guardan relación con la muerte del periodista saudí y columnista de opinión de The Washington Post, Jamal Khashoggi, asesinado en octubre de 2018; la novela es un homenaje a los cincuenta y cuatro periodistas asesinados en todo el mundo en el mismo año.

El universo Gabriel Allon se extiende por toda la geografía donde existan intereses políticos y económicos. En esta ocasión, Gabriel está infiltrado en una operación que investiga el programa nuclear iraní cuando recibe una llamada. El motivo ya lo conoce de antemano gracias a su red de inteligencia que, entre otras cosas, tiene acceso a los móviles, cámaras y geolocalización de un gran número de dirigentes y empresarios de medio mundo.

Al otro lado del teléfono se encuentra Sarah Bancroft, comisaria de las mejores colecciones de arte del mundo, que se encuentra retirada en Nueva York, alejada de las tramas de espionaje en las que se vio envuelta junto a Gabriel Allon; y que ha recibido la visita del príncipe heredero de Arabia Saudí, Jalid, quien necesita de su ayuda para que le ponga en contacto con el agente israelí, el único hombre capaz de encontrarla con vida.

El regreso a la serie del personaje de Sarah ha sido un acierto del autor al que le gusta establecer reencuentros que le llevan a recuperar historias pasadas, una estrategia que hace que la trama crezca mucho más allá del final de cada novela, aunque también que se puedan leer de manera independiente.

La trama gana en intensidad cuando se conocen los motivos del secuestro de la hija de Jalid, lo que piden para ponerla en libertad es la renuncia a su derecho al trono de Arabia Saudí. Cuando todo está a punto de solucionarse, un atentado cambiará el orden de las cosas; un giro hará que el thriller coja velocidad y no tengamos un minuto de respiro hasta el desenlace, donde una serie de acontecimientos nos hará pensar a quién le viene mejor la desestabilización política en Oriente Medio. Un futuro bastante real y que no gusta a nadie por la inestabilidad mundial que conlleva.

El ingrediente principal de esta entrega es el contraespionaje, un juego de espías en el que se suceden las trampas, los engaños y los agentes envenenados; situaciones que se asemejan bastante a la realidad de los últimos años, junto con la emergente política rusa en busca de nuevos aliados.

Un thriller de espionaje que como siempre no os deberíais perder, junto con el resto de la serie del agente israelí Gabriel Allon.

Porlomenix